Muchas de las pacientes que llegan a URE Centro Gutenberg suelen confundirse con algunos conceptos relacionados con la reproducción asistida. Un ejemplo es el de folículo y ovocito. Se trata de términos que están familiarizados, pero no son lo mismo. Eso sí, ovocito es lo mismo que óvulo.
Algo parecido ocurre con otros conceptos que tienen que ver con el embarazo y con tratamientos de fertilidad, como los que practicamos en nuestra clínica de reproducción asistida. Por eso, en este artículo queremos centrarnos en explicarte qué son los folículos, y cuál es su papel en un proceso de estimulación ovárica.
¿Qué es un folículo?
Toda mujer nace con un número determinado de ovocitos en sus ovarios. El ovocito inmaduro es una célula rodeada de una capa de células más pequeñas, llamadas foliculares. Cuando el óvulo comienza su desarrollo y maduración, estas células foliculares comienzan a producir un líquido que da origen al folículo. Esto es lo que se ve en una ecografía, como unos círculos oscuros dentro del ovario.
Con cada ciclo menstrual de la mujer, un número variable de ovocitos dentro de su folículo comienzan su maduración. De todos los folículos en desarrollo, por cambios hormonales se seleccionará uno que se llama “folículo dominante”, que lleva el ovocito que será ovulado ese mes. El resto de los folículos se atrofiarán.
Este proceso conocido como ovulación, se repite mes a mes, ciclo a ciclo.
¿Qué es la estimulación ovárica?
Normalmente la mujer desarrolla y madura un óvulo al mes, excepcionalmente dos. En la mayoría de los casos hacer un tratamiento de reproducción asistida con un ovocito es poco eficiente, sobre todo en un tratamiento de fecundación in vitro.
Por este motivo se realiza una estimulación controlada de los ovarios. Para ello utilizamos hormonas que nos permiten generar una “superovulación”, es decir, desarrollar más de uno o dos óvulos, idealmente entre diez y quince óvulos en total.
Este proceso nos permite mejorar las probabilidades de éxito del tratamiento de reproducción asistida, ya que nos da más posibilidades de obtener embriones de buena calidad para transferir al útero de la mujer.
¿Cómo es el proceso de estimulación ovárica?
La estimulación ovárica comienza generalmente el segundo o tercer día de la regla, administrando una medicación hormonal durante unos diez y catorce días.
Durante este periodo el médico irá controlando con ecografías y niveles hormonales en sangre el correcto desarrollo de los folículos. El tipo de medicación, la forma de administración y la dosis dependen del diagnóstico de cada mujer.
Cuando la mayoría de los folículos sobrepasa los 18 milímetros de diámetro medio se inyecta la hormona hCG, para producir la maduración final de los folículos y/o ovocitos. A las 36 horas se programa la punción ovárica, la cual consiste en aspirar el líquido folicular de cada folículo desarrollado donde se encuentra el ovocito.
En el laboratorio, el embriólogo evaluará el número de ovocitos recuperados y su madurez. No siempre se logra recuperar el ovocito del folículo, y puede que no todos los ovocitos sean maduros. Incluso, en un porcentaje muy bajo (menos del 5%), puede que no se recupere ningún ovocito. Esto se conoce como síndrome del folículo vacío, cuya causa es muy difícil de determinar.
¿La estimulación de los ovarios tiene riesgos?
Como todo procedimiento médico, la estimulación ovárica tiene riesgos, pero estos son de muy baja incidencia.
El más importante es el síndrome de hiperestimulación ovárica, que puede llegar a ser severo. Este consiste en una respuesta exagerada del ovario a la estimulación, con molestias variables en cada paciente. No obstante, hoy en día existen medidas para evitar casi al 100% su aparición, o al menos para disminuir su gravedad.