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Donantes de esperma podrán ver a sus hijos en Gran Bretaña



LONDRES, Inglaterra, feb. 1, 2013.- En los últimos 23 años, cuando el parlamento británico aprobó la Ley de Fertilización Humana y Embriología en 1990, más de 20.000 hombres británicos actuaron como donantes de esperma, lo que ha ayudado a cientos de familias infértiles a tener hijos.

Cada año, entre 500 y 600 bebés nacen en Gran Bretaña gracias al tratamiento de inseminación con esperma de donantes.

Hasta ahora, la ley en el Reino Unido era clara: estos donantes jamás podían hacer el intento de comunicarse con sus hijos biológicos.

Sólo los propios niños, si lo deseaban al ser adultos, podían solicitar información, y entonces se les revelaban datos confidenciales sobre sus padres biológicos.

Sin embargo, un nuevo veredicto en la Corte Civil de Londres anunciado esta semana, ha cambiado el ‘status quo’ establecido.

Los jueces británicos han decidido que si los donantes conocían a las parejas infértiles a quienes habían ofrecido su esperma, entonces podrían solicitar un permiso para comunicarse con sus hijos biológicos.

La disputa judicial fue el primer caso de este tipo en el Reino Unido. Se trataba de seis personas adultas: dos parejas de lesbianas, que eran amigos de una pareja de hombres homosexuales.

Las tres parejas están en uniones civiles, un equivalente legal al matrimonio en el Reino Unido. Uno de los hombres gay es el padre biológico de dos hijos de la primera pareja de lesbianas. El otro hombre es el padre biológico de un niño que está siendo criado por la otra pareja de lesbianas.

Hace más de 5 años, los 6 adultos hicieron un contrato verbal y amistoso de reproducción. Sin embargo, nada fue puesto por escrito sobre cómo los derechos de los padres se dividirían. Después de los 3 embarazos exitosos y el nacimiento de los bebes, las relaciones entre los padres biológicos y las parejas lesbianas se volvieron muy tensas. Los dos padres querían más contacto que el que las 4 mujeres estaban dispuestas a conceder. La amistad entre las 3 parejas se arruinó, provocando una larga batalla legal, que continuó durante varios años.

Los hombres gay ganaron el derecho de ver a sus hijos. Las parejas lesbianas tendrán que aceptar el veredicto y permitir el contacto entre los padres y sus 3 hijos biológicos.

Las mujeres insistieron en que este veredicto violaría su vida familiar. Según la ley británica de Fertilización Humana y Embriología, que fue modernizada en el 2008, las parejas del mismo sexo son consideradas como los padres legales de los niños concebidos mediante donación de esperma, óvulos o embriones, exactamente de la misma manera que las parejas heterosexuales.

Tras esta última decisión de los jueces, ahora las parejas heterosexuales y homosexuales británicas que planean concebir mediante inseminación de semen utilizando a un donante que personalmente conozcan, muy probablemente optaran por un acuerdo legal de forma escrita. Se espera que sea el equivalente de un acuerdo pre-nupcial, y se llamaría algo así como ‘un acuerdo de co-paternidad’.

“La Ley de fertilización humana y embriología asegura que los padres del mismo sexo fueron reconocidos en la misma forma que las familias heterosexuales. Aunque la decisión del juez deja en claro que la unidad familiar debe ser protegida, esta nueva posibilidad de que los donantes de esperma puedan demandar acceso a sus hijos biológicos, será una perspectiva aterradora para muchos futuros padres, tanto gays como heterosexuales. Lo que es crucial es que aquellos que planean tener un hijo mediante el uso de un tratamiento de fertilidad, deben asegurarse de que tienen los planes adecuados antes de que comience el proceso” dijo Kevin Skinner, un abogado que represento a una de las parejas lesbianas.

La actual legislación británica permite a la pareja de una mujer que tenga un niño a través de FIV ser reconocida como el guardián legal del niño. Se sustituye la referencia de que cada bebe “necesita un padre” con la frase mucho más neutral de que “cada bebe necesita el apoyo de los padres” valorando el papel de todos los padres, sean lesbianas, gays o heterosexuales.