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Dos amigas descubrieron que les unía algo más que la amistad: El padre biológico



Mikayla Stern-Ellis y Emily Nappi, estudiantes de primer año de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, se conocieron en las redes sociales mientras buscaban compañeros de piso para vivir en la residencia universitaria, informa el diario ‘New York Post’.

Aunque no terminaron compartiendo habitación, después de conocerse personalmente las jóvenes se cayeron tan bien que bromearon sobre la posibilidad de que fueran “hermanas separadas hace mucho tiempo”. Y resultó que así era.

Tanto Mikayla, de 19 años, como Emily, de 18 años, sabían que habían sido concebidas con esperma donado por un ciudadano colombiano anónimo.

“¡Hay una probabilidad del 25% de que seamos hermanas!”, decía Emily en tono de broma.

Las investigaciones realizadas por las jóvenes y los padres de Mikayla demostraron que ambas fueron engendradas con esperma del mismo donante. Además, las hermanas se dieron cuenta de que tenían algunos rasgos físicos y gustos en común. Las dos participaban en el teatro e incluso, sin saberlo, habían comprado una chaqueta del mismo modelo.

Las jóvenes ahora usan en sus perfiles de Facebook la foto de su hermana y un pie de imagen con un antiguo proverbio chino que no podría resumir mejor su situación:

“Un hilo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar ni la circunstancia. El hilo se puede estirar o enredar, pero nunca se romperá.”