El cuerpo humano tiene unos doscientos tipos de células diferentes. Las células madre embrionarias pueden crear cualquiera de ellas. Pero nosotros no sabemos hacerlo”, explica Luciano Di Croce, investigador Icrea del Centre de Regulació Genòmica (CRG).
Para comprender cómo las células de los embriones crean los distintos tejidos del cuerpo humano, Di Croce y su colaborador Lluís Morey han dedicado un año y medio a estudiar las proteínas del grupo Polycomb, que tienen una gran actividad en la etapa embrionaria. Sus resultados pueden ayudar a desarrollar terapias de medicina regenerativa así como nuevos tratamientos contra algunos cánceres.
¿Qué son las proteínas Polycomb?
L.D.C. Son proteínas que reprimen la actividad de los genes. Es decir, actúan como un freno que los bloquea, y no los deja funcionar.
¿Por qué son tan importantes en los embriones?
L.M. Todas las células de nuestro organismo tienen los mismos genes. Pero en unas células actúan unos genes concretos y en otras células actúan genes distintos. Para que una célula embrionaria se comporte como embrionaria, debe tener apagados algunos genes que deberán estar activos más adelante en, por ejemplo, una célula de la piel. Las Polycomb guían este proceso.
¿Cómo lo hacen?
L.D.C. El proceso es como una danza de proteínas, está orquestado con una precisión exquisita. Hemos descubierto que al principio es muy importante la proteína Cbx7, que hace que las células sean pluripotentes, es decir, que conserven la capacidad de convertirse en cualquier tipo celular y tejido.
¿Y después?
L.M. Entran en escena otras dos proteínas, la Cbx2 y la Cbx4, que guían la diferenciación de las células a distintos tejidos. Hemos visto que, en las células madre embrionarias, la Cbx7 inhibe las otras dos para mantener su correcto funcionamiento.
L.D.C. Lo bonito es que hay un equilibrio entre el mantenimiento de las células madre pluripotentes y la formación de tejidos con células diferenciadas. Y que este equilibrio, según hemos observado, evoluciona a medida que se desarrolla el embrión.
¿Qué relación tiene todo esto con el cáncer?
L.D.C. En el cáncer, las células diferenciadas vuelven a comportarse como embrionarias. Y se ha visto que las proteínas Polycomb están involucradas en muchos cánceres.
¿Se podrían desactivar estas proteínas para tratar el cáncer?
L.D.C. Se ha empezado a investigar. Y se están empezando a obtener resultados positivos en el tratamiento de linfomas en ensayos clínicos.
¿En qué otros cánceres intervienen las proteínas Polycomb?
L.D.C. Inicialmente se vio que intervenían en cánceres de mama y de próstata. Después se ha visto que también actúan en muchos otros. Pero en estos casos aún no se han iniciado ensayos de fármacos en pacientes.
En cuanto a los tratamientos de medicina regenerativa, ¿qué pueden aportar las Polycomb?
L.M. La medicina regenerativa busca convertir células diferenciadas, como las de la piel, en embrionarias. Es decir, podemos hacer retroceder en el tiempo la identidad de las células adultas y convertirlas en células como las embrionarias que, durante el desarrollo embrionario, son las responsables para obtener los más de 200 tipos celulares que forman nuestro cuerpo. Las proteínas Polycomb también desempeñan un papel central en este proceso.
¿Podrán reproducir este proceso en laboratorio?
L.D.C. Pensamos que, si podemos entender y manipular las células embrionarias de un embrión, podremos crear tejidos a la carta para obtener órganos.
¿Pero no es un proceso demasiado complejo?
L.D.C. Todavía no lo sabemos controlar, es cierto. Pero si, en lugar de intentar reproducirlo a ciegas como se ha hecho hasta ahora, monitorizamos o modulamos la actividad de Polycomb, podremos mejorarlo.