La ansiedad y la depresión son algunos de los aspectos que determinan si un tratamiento de fertilidad tiene éxito o no. Expertos en la materia han expuesto las últimas actualizaciones en estimulación ovárica y la influencia del impacto emocional que tienen sobre las mujeres, en el marco del 29º Congreso de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), que se ha celebrado en Granada estos días. MSD ha participado en este encuentro de profesionales con el Simposium “Nuevos Enfoques en los Tratamientos de Reproducción Asistida”, donde también se ha hablado de los riesgos de la aplicación de las técnicas de la reproducción asistida en pacientes de edad avanzada.
Casi 900 profesionales sanitarios –ginecólogos, biólogos, psicólogos y enfermeras- han participado este año en el Congreso SEF. El doctor Juan Antonio García Velasco, director del Centro IVI de Madrid, señala que el Congreso se ha centrado en “las dificultades que plantea en el siglo XXI la reproducción asistida”.
En el marco del Simposium “Nuevos enfoques en los tratamientos de reproducción asistida”, el Dr. Isidoro Bruna, del Hospital Universitario Madrid Montepríncipe, ha presentado los resultados del estudio EFESO, el primero multicéntrico, observacional, prospectivo, realizado en España según práctica clínica habitual, de abril a octubre de 2010, para valorar los niveles de ansiedad y depresión en pacientes que se están sometiendo a un ciclo de Fecundación In Vitro (FIV). Según este estudio, el 33,3% de las mujeres sometidas a un tratamiento de estimulación ovárica controlada presentaron depresión y/o ansiedad. El doctor ha explicado en la ponencia que “el distress emocional difícilmente condiciona la pérdida de fertilidad natural o el éxito de los tratamientos de reproducción asistida, aunque varios estudios sugieren que es probable que el estrés sí acabe determinando las posibilidades de alcanzar el embarazo en aquellas parejas menos dispuestas a perseverar en los tratamientos”. El Dr. Bruna ha aclarado que “el estado emocional no condiciona el resultado de un ciclo de tratamiento de reproducción asistida, pero sí puede hacer que una pareja abandone los tratamientos antes de poder alcanzar el éxito”.
El estudio, en el que participaron 602 mujeres, demostró que el número de inyecciones totales e interferencias con la vida cotidiana son determinantes en el grado de satisfacción con el tratamiento, al igual que la necesidad de consumir mayor tiempo en la administración del tratamiento se correlaciona con un menor nivel de satisfacción. “El grado de satisfacción con el tratamiento fue superior entre las pacientes de menor edad, con nivel de estudios secundarios, que no habían realizado tratamientos previos, que no utilizaron ampollas que tuvieran que reconstituir a diario”, ha concluido el Dr. Bruna.
En este sentido uno de los tratamientos más innovadores en estimulación ovárica sobre el que se ha hablado en este Simposium ha sido ELONVA® (corifolitropina alfa). Se trata de una inyección subcutánea para la estimulación ovárica que la paciente se aplica una vez a la semana, (a diferencia de otros que requieren una administración diaria), logrando, con una sola inyección, la misma eficacia que una inyección diaria de folitropina recombinante (FSH) durante 7 días.
De hecho para reducir el impacto emocional en las mujeres sometidas a tratamientos de reproducción el Dr. Bruna recomienda “llevar a cabo las estimulaciones foliculares de la forma más sencilla y más grata para las pacientes, por lo que siempre que sea posible, debemos enfatizar los protocolos de estimulación que requieran un menor número de inyecciones a administrar y una reducción del número de controles necesarios para mantener la seguridad terapéutica” .
Abordaje multidisciplinar
El Estudio EFESO pone de manifiesto que los factores más valorados por las pacientes en el manejo del tratamiento de estimulación ovárica fueron el nivel de información proporcionada y la atención médica. Además, este estudio pone de relieve la necesidad de identificar antes del inicio del tratamiento de estimulación a las pacientes susceptibles de presentar depresión y/o ansiedad, principalmente en mujeres de mayor edad, con peor pronóstico reproductivo, bajo nivel de estudios y que llevan varios ciclos sin conseguir el embarazo, ya que son la diana más importante sobre la que incidir desde el punto de vista psicológico durante la fase de estimulación del ciclo de FIV. “Hoy en día es inconcebible un tratamiento de reproducción que no tenga un abordaje multidisciplinar, en el que los psicólogos especialistas en medicina de la reproducción juegan un papel muy importante”, ha apuntado el Dr. Bruna.
La reserva folicular de la mujer se reduce con la edad
En el Simposium “Nuevos Enfoques en los Tratamientos de Reproducción Asistida”, el Dr. Buenaventura Coroleu, Jefe del Servicio de Medicina de la Reproducción del Institut Universitari Dexeus, también ha señalado la importancia de la edad como factor influyente en el éxito de los tratamientos de reproducción asistida: “la reserva folicular de la mujer se reduce con la edad y la calidad de los óvulos influye en la calidad de los embriones, y con ello la posibilidad de embarazo”, ha apuntado el doctor.
El Dr. Coroleu ha explicado que “actualmente la media de edad de las mujeres que se someten a un ciclo de FIV en España se sitúa en torno a los 37 años. Mientras que la media de edad de las mujeres en ciclos de donación de ovocitos está en los 41 años”. “La edad en la que se reduce de forma evidente la eficacia de la FIV son los 38 años. A partir de esta edad la tasa de embarazo disminuye de forma significativa y se incrementa la tasa de ciclos cancelados por baja respuesta”, ha apuntado el doctor.