El fiscal de Medio Ambiente de Tarragona, Ignacio Monreal, no tira la toalla y piensa seguir hasta el final para que se investigue –y en su caso se impute– a las empresas que producen o tienen como residuos disruptores endocrinos, unos productos que afectan a la calidad del semen. Y es que hay estudios que han determinado que los varones tarraconenses tienen la tasa de fertilidad baja. En concreto, más de la mitad de los varones de Tarragona presentan un semen que no cumple los parámetros de normalidad establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Después de que el Juzgado de Instrucción número 1 de Tarragona archivara por tercera vez el asunto, el Ministerio Público ha presentado un nuevo recurso de reforma –y subsidiariamente de apelación– ante el magistrado.
A la Fiscalía le extraña que mientras el razonamiento principal del auto es el de considerar que los hechos no constituirían delito debido a que el elevado porcentaje de infertilidad masculina pueda deberse a múltiples factores, sin embargo añade que concluye que el sobreseimiento provisional se hace por desconocimiento del autor: «Este instructor –el juez– entiende que, aun cuando de las actuaciones practicadas se infiere la existencia de hecho delictivo, no hay motivo para acusar a determinadas personas como autores, cómplices o encubridores (…?) por lo que procede el archivo de las actuaciones».
Incompatibilidad
Para el fiscal, un archivo por no ser los hechos constitutivos de delito «es incompatible con un archivo porque los hechos son constitutivos de delito pero se desconoce a los autores».
El Ministerio Público recuerda que la parte importante del auto se basa en el informe forense en el que se dice que la infertilidad masculina puede deberse a múltiples causas como la ropa ceñida, el tabaco, etc. Unos argumentos que ya fueron rechazados por la Audiencia Provincial en 2010 porque no se habían puesto a disposición del forense ni el informe del Instituto Nacional de Toxicología ni el estudio técnico del Institut Marquès.
En ese sentido, recuerda que la causa penal no se incoó por el elevado porcentaje de infertilidad masculina en Tarragona en relación contra otras provincias, «sino a consecuencia de informes técnicos que ligan esta infertilidad a disruptores endocrinos de origen industrial, que se acumulan en la grasa de la madre y afectan al feto varón».
Ignacio Monreal señala que Tarragona es una de les regiones con mayor presencia de industria química de España, «si no la que más». Y añade: «No consta que en Tarragona se fume más o que los varones lleven pantalones más ceñidos que en otros lugares de España». Además, se trata de supuestas causas que son un mito, según una experta del Institut Marquès.
El fiscal propuso varias líneas de investigación, aunque sólo se ha seguido una de ellas, «que aporta ciertos resultados de interés». El informe de la Agència Catalana de Residus manifestaba que no estaba en condiciones de señalar qué empresas –de un listado de unas 180– producen disruptores endocrinos en mayor cantidad, aunque sí el volumen de residuos que general. «Se trata de un dato importante aunque no suficiente porque el mayor volumen de residuos sin determinar no implica necesariamente que suponga también un mayor volumen de disruptores endocrinos», señala el escrito.
El fiscal pidió en mayo que la Secretaria de Medi Ambient i Sostenibilitat de la Generalitat informara, en función de los datos disponibles, qué empresas podrían producir un mayor volumen de disruptores endocrinos y si podrían producirlos aquellas clasificadas como de carácter «no especial».