El ginecólogo congolés Denis Mukwege ha sido reconocido hoy con el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2014, que concede el Parlamento Europeo, por su lucha contra la ablación en África.
Este médico, candidato en dos ocasiones al Nobel de la Paz, nació el 1 de marzo de 1955 en la actual República Democrática del Congo (RDC).
Estudió Medicina en Burundi y después comenzó a hacer prácticas en el Hospital Cristiano de Lemera, en la provincia de Kivu del Sur, en el este de la República Democrática del Congo.
Conmovido por las mutilaciones genitales que sufrían las mujeres en su país, decidió especializarse en Obstetricia y Ginecología y después de completar su formación en Francia regresó a Kivu del Sur en 1989.
En octubre de 1996, el Hospital Cristiano de Lemera en el que trabajaba quedó completamente destruido en un ataque que precedió a la Primera Guerra del Congo (1996-1997), que derrocó al dictador Mobutu Sésé Seko.
Años después, en 1999 y gracias al apoyo de organizaciones de ayuda internacional, fundó el Hospital de Panzi, en Bukavu, donde ejerció como administrador y jefe de cirujanos.
Como cirujano jefe de este hospital, junto a su equipo han intervenido a más de 40.000 mujeres víctimas de violaciones y de la ablación.
El 25 de septiembre de 2012, Mukwege pidió en un discurso en la ONU la “condena unánime de las Naciones Unidas a los grupos rebeldes responsables de actos de violencia sexual” y un mes después sufrió un atentado en el que murió uno de sus colaboradores.
A lo largo de su trayectoria ha sido galardonado en numerosas ocasiones y entre otros cuenta con el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (2008), el Premio Olof Palme (2009) y el Premio Internacional Rey Balduino para el Desarrollo (2011).
En 2009, el periódico nigeriano Daily Trust lo nombró “Africano del Año”.
Su candidatura al Premio Sájarov fue apoyada principalmente por socialistas y liberales en el Parlamento Europeo y en las últimas semanas había ganando apoyos dentro de los populares europeos y grupos como los Verdes y la Izquierda Unitaria (GUE/NGL).
La presidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del PE, la socialista española Elena Valenciano, destacó que “durante décadas el doctor Mukwege ha estado tratando a diario con la peor cara del ser humano”.
“Su labor no se circunscribe solo a lo médico (…), sino que va mucho más allá tratando de conseguir la recuperación moral y social de las mujeres y niños que quedan estigmatizados en sus sociedades”, añadió.