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El patio de vecinas de la infertilidad



Los tres anteriores son algunos de los post del foro general de infertilidad de la web ‘Lainfertilidad.com’, co-fundada en 2003 por Xavier Campodarbe, un experto en internet (dueño de la empresa S2C2 Comunicación en la Red) que, junto a su mujer, vivió en primera persona el secretismo y estigma en torno a la problemática de la infertilidad.

Diez años después, la página, cuyo principal activo son los foros, tiene alrededor de 200.000 visitas al mes y el beneplácito de varios expertos en reproducción asistida, así como de las clínicas que pagan por ser incluidas en su amplio directorio. Y eso, a pesar de que muchos de los post critican la actuación de tal o cual médico o centro. Porque en la mayoría de los foros, y éste no es una excepción, no hay censura, solo moderadores que eliminan comentarios soeces o insultos gratuitos.

José Serna es uno de los especialistas que apoyan abiertamente la existencia de los foros, aunque reconoce que no son plato de gusto para todos sus colegas. “Todo depende de lo 2.0 que sea el médico”, afirma Serna, director del IVI Zaragoza, que tiene cuenta de Twitter, ha participado en varios encuentros digitales y, aunque reconoce que no tiene tiempo para entrar a menudo en el foro de los centros IVI, se mantiene atento a lo que el personal sanitario y administrativo que trabaja con él detecta en los mismos.

Serna lo ve como un elemento complementario para conocer las inquietudes de los pacientes de las clínicas. “Es bueno que busquen y luego lo cotejen en la consulta”, apunta. Aunque reconoce que tiene cosas negativas, como aquellos mensajes que fomentan la pseudociencia y que afirman cosas erróneas sobre la reproducción asistida, el especialista considera que son los propios usuarios los que las rebaten.

“La principal ventaja es que quitan la vergüenza y está demostrado que hablar sobre el tema es positivo; es raro que lo hagan en la consulta y en persona, solo si acuden a una asociación de pacientes, que no es tan habitual”, resume este experto.

Para Campodarbe, sin embargo, todo se reduce al tabú que acompaña a la infertilidad. “No es algo que la gente explique en su muro de Facebook”, bromea. Por eso, a su juicio, los foros de infertilidad siguen creciendo, mientras que las redes sociales han conseguido que estos dejen de ser una herramienta potente en cualquier otra temática.

El éxito de su web habla a favor de esta hipótesis. El continuo aumento de visitas desde su creación hizo que llegara el momento en que sus fundadores se plantearan profesionalizar la página, a la que ahora se dedican en exclusiva tres moderadores.

La figura del moderador es muy valorada por Serna, que alude a ella al ser cuestionado sobre la posibilidad de difundir ideas ‘peligrosas’ para los pacientes. “Están regulados y los propios moderadores suelen ser los responsables del foro”, comenta este especialista.

Como ejemplo de participación incorrecta, Campodarbe habla de algo muy concreto: la venta de medicamentos usados. “Cuando una pareja finaliza un tratamiento o decide tirar la toalla puede tener la tentación de revenderlos por internet y utilizar nuestros foros para ello; nosotros eliminamos esos mensajes, de acuerdo también a las indicaciones del Ministerio de Sanidad. Quien compra fármacos por esa vía ni sabe lo que compra, ni si se ha mantenido refrigerado, ni nada…”, apunta.

Otros mensajes muy habituales son críticas a médicos y centros concretos. En este sentido, Serna apunta a que cualquier especialista está expuesto a la crítica y que, si se es bueno, “siempre habrá gente que hablé bien”. Además, subraya, lo mismo que se hace en los foros “aunque con menos repercusión” se puede hacer en una cafetería.

El co-fundador de ‘lainfertilidad.com’ cuenta, divertido, como en alguna ocasión han localizado un furibundo mensaje contra una clínica concreta. “Al localizar la dirección IP, nos encontramos con que provenía de un centro de la competencia; por supuesto, lo eliminamos”.

Otra muestra de mensajes eliminados del foro, los denuncian los propios usuarios. “Hay hombres que ofrecen su esperma a cambio de una compensación económica y están dispuestos a acompañar a la mujer a la clínica y hacerse pasar por su pareja, para realizar allí una inseminación artificial”, explica Campodarbe.

Aparte de estos casos puntuales, este especialista en internet señala que “preservar la libertad de expresión” es fundamental en su foro. “Alguna vez, las clínicas que aparecen en nuestro directorio se quejan de ver publicados en el foro mensajes negativos sobre ellas; les decimos que intenten convencer a los usuarios con experiencias positivas de que escriban; es lo único que podemos hacer”, concluye.