Con la llegada de septiembre un habitual de todos los años es que aumenten las matrículas en los gimnasios. Volvemos a la normalidad del día a día y toca cuidarse para librarse de los excesos de verano. Esta rutina, aunque no lo creas, puede ser muy favorable para tu fertilidad, y es que los hábitos saludables que implican una dieta sana y equilibrada pueden ayudarnos a conseguir el objetivo de tener un bebé, porque sí, tu peso dice mucho de tu fertilidad. Está demostrado que las mujeres con sobrepeso o un peso muy bajo tienen más dificultades para quedarse embarazadas, y más dificultades para seguir un tratamiento de reproducción asistida.
Tu peso dice mucho de tu fertilidad: motivos
Los estudios lo demuestran, tan malo es tener un peso más bajo de lo recomendado como tener sobrepeso, ambos factores pueden influir de forma negativa en la fertilidad. Los especialistas aseguran que los índices de peso fuera de lo recomendable pueden alterar de alguna manera el revestimiento uterino haciéndolo menos receptivo a un ovulo fecundado.
¿Cómo puede afectar el sobrepeso a los tratamientos de fertilidad?
El sobrepeso puede ser un gran enemigo de la fertilidad. El tejido adiposo segrega una hormona importante. Ante un sobrepeso, esta hormona se produce en cantidades demasiado grandes, el cuerpo no las puede asimilar y se estropean. Esto afecta negativamente a la función de los ovarios. Se habla de sobrepeso cuando una mujer pesa entre un 20 y un 30 por ciento más que el peso promedio ideal. En un tratamiento de reproducción asistida la obesidad puede afectar al modo en que hace efecto la medicación, por ello a una mujer obesa se le tendrán que recetar mayores dosis de fármacos para lograr el mismo efecto que en una mujer con un peso normal. A esto hay que sumarle el ya nombrado problema para que se implante el embrión.
¿Cómo puede afectar el bajo peso a los tratamientos de fertilidad?
El bajo o una pérdida importante de peso también influye de forma negativa a la fertilidad, la pérdida de peso puede llevar a la disminución de un importante mensaje hormonal que el cerebro manda a los ovarios. Cuando no es muy importante es posible que los ovarios aún puedan producir óvulos pero el recubrimiento del útero no estará listo para recibir al embrión debido a una producción inadecuada de la hormona ovárica. En los casos más severos, la ovulación se suspende y los ciclos menstruales son irregulares o no están presentes.