Más de 800.000 parejas solo en nuestro país, según los datos expuestos con motivo de la celebración de la quinta edición del Congreso Internacional IVI –con la participación de más de un millar de especialistas de todo el mundo-, tienen problemas de infertilidad, situándose en un 3% el número de bebés nacidos a través de las técnicas de reproducción asistida. Técnicas cuyas probabilidades de éxito también vienen determinadas por la etapa preconcepcional y la mayor o menor exposición a determinados factores de riesgo. Factores entre los que los especialistas en medicina reproductiva incluyen la obesidad, el hábito de fumar y la exposición a contaminantes(plaguicidas) y que no solo influyen en los tratamientos de reproducción asistida, sino también en la salud del futuro bebé.
Así, por ejemplo, tal y como admiten los especialistas, los niños nacidos de madres con sobrepesou obesidad tendrán el doble de posibilidades de desarrollar este problema en el futuro frente a los niños nacidos de padres con un índice de masa corporal (IMC) normal. La obesidad, un problema cada vez más frecuente, no solo puede afectar a la madre durante el periodo de gestación, sino que también hace más vulnerable al futuro bebé a padecer patologías crónicas, como diabetes (tipo 2), síndrome metabólico o problemas cardiovasculares a partir de la etapa de la adolescencia. Según datos médicos, las probabilidades de que los descendientespadezcan problemas de sobrepeso se incrementan un 40% a partir de los 16 años. En el caso de la obesidad, aunque la tasa es un poco más baja (26%), preocupa igualmente.
Pero no es el único riesgo detrás del que puede estar un problema de obesidad de la madre, ya que también se la relacionada con problemas fetales y neonatales, como hipoglucemia,ictericia, sufrimiento fetal o malformación congénita.
Tan importante como controlar los problemas de obesidad es controlar el hábito del tabaco, el cual no solo es perjudicial para la salud de la madre sino para la del futuro bebé. Fumar más de diez cigarros al día durante el embarazo influye directamente en la capacidad reproductiva de los descendientes (en el caso de los varones reduce entre un 20 y un 48% la concentración de esperma y en el de las mujeres la reserva de ovocitos y subfecundidad).
Asimismo, no hay que olvidar otros dos factores que también juegan un papel determinante en el incremento registrado en la tasas de infertilidad, como son el estrés y el retraso en la edad de maternidad. Es decir, y así lo subrayan los especialistas, todos estos factores registrados en la etapa preconcepcional son sumamente importantes a la hora de planificar el tratamiento de fertilidad.
Y, por último, aunque no menos importante, la dieta, cuyo papel es fundamental. Siguiendo las recomendaciones de los especialistas, una dieta rica en nutrientes como la colina, folato y metionina (presentes en las verduras de hojas verdes, carne, pescado, cereales integrales, huevos y legumbres), así como en ácido fólico, disminuye los riesgos de problemas durante el periodo de gestación, así como las probabilidades de padecer malformaciones congénitas en los bebés más pequeños a lo que marca su edad gestacional. Una dieta adecuada aumenta además las probabilidades de embarazo tras someterse a un tratamiento de reproducción asistida.