Aumenta las posibilidades de embarazo hasta un 20%, permite una mejor selección del embrión y evita la natalidad múltiple. El revolucionario incubador embryoscope supone un antes y un después en tratamientos de fertilidad.
Prácticamente todas las clínicas prestigiosas del país cuentan con uno de estos incubadores que permiten observar el desarrollo de los embriones desde el momento de la fertilización hasta la transferencia al útero de la mujer.
Esto es posible gracias a un sistema de captura de imágenes (time-lapse) que cuida los embriones dentro de la incubadora como una suerte de gran hermano de la concepción.
Casi el 3% de los bebés que nacen en España son el resultado de tratamientos de reproducción asistida, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad. A estos tratamientos se suma ahora este nuevo aliado, gracias al cual es posible detectar anomalías en las divisiones y el desarrollo de los embriones y saber cuáles son los de mayor calidad, aquéllos que finalmente serán implantados en el útero de la madre.
En realidad, esta incubadora con cámaras simula el útero materno con la ventaja de ver todo lo que se cuece por dentro, explica Felipe Gallego, embriólogo y director del Fertility Center Mallorca, donde ya cuentan con uno de estos punteros aparatos.
“La principal característica de este incubador es que nos permite tener el embrión en un medio ambiente más controlado y seguir minuto a minuto su evolución embrionaria, grabando su crecimiento en todo momento. Esto nos posibilita observarlo a tiempo real, con mucho más detalle y transferir al útero materno los embriones más aptos para lograr un embarazo exitoso”, explica Gallego.
Aparte de su función observadora, el embryoscope da un paso de gigante al cuidar los embriones dentro de éste sin necesidad de tener que manipularlos y sacarlos periódicamente para observarlos.
Para la embrióloga y coordinadora del laboratorio, María José Gil, el simple hecho de no tener que sacar el embrión del incubador aumenta las posibilidades de embarazo, ya que al extraerlos para valorarlos hay cambios en la temperatura y CO2 del cultivo, lo cual es perjudicial para el desarrollo óptimo del embrión. Según indica Gil, “hasta la llegada de este incubador a los centros de reproducción asistida, siempre se había pensado que los embriones que se dividían por primera vez de manera temprana eran óptimos para la transferencia. El embryoscope ha permitido ir más allá y determinar que los embriones que se dividen entre las 24 y 28 horas tienen una tasa de implantación un 15% superior”.
Cada día se les pone nota en función del aspecto que presenten y el número de células. Los expertos coinciden en que esta sofisticada tecnología permite seleccionar embriones con una precisión sin precedentes.
Además de todas las ventajas técnicas se le une también un fin recreativo, ya que los padres pueden pedir el vídeo de los primeros días de su embrión y llevárselo a casa antes incluso de tener la primera ecografía. Así que olvide que la primera imagen del álbum de fotos de un 3% de los españoles sea la de una ecografía. Si el embryoscope tuvo algo que ver en el proceso, colgará de la nevera una imagen del momento exacto de fecundación.