Tracey Thompson y Kelley McKissack son una madre y una hija que, a partir de ahora, comparten algo más que un parentesco filial. Tracey, de 54 años, le ha hecho un regalo muy especial a su hija, ofreciéndose a gestar y dar a luz a su bebé, ya que su hija tenía problemas de fertilidad. De esta forma, el pasado seis de enero, Tracey dio a luz en el Centro Médico de Plano (Texas) a su nieta, una niña llamada Kelcey, un nombre creado a partir de la suma de Tracey y Kelley. Tanto la abuela como la pequeña se encuentran en buen estado de salud.
La madre de la niña, de 28 años, y su padre, de 33, llevaban tres años intentando tener hijos por sus propios medios, y se habían sometido a numerosos tratamientos de fertilidad. Kelley había sufrido tres abortos involuntarios.La madre de Kelley, Tracey, se ofreció a ser el viente de alquiler para su hija y su yerno, que utilizaron los embriones que habían obtenido en la última tanda de fecundación in vitro. Kelly describe este proceso como “el mejor regalo de su vida”.
A pesar de que Tracey tenía la menopausia desde hace siete años, por lo demás gozaba de excelente salud. Una edad tardía puede ser un factor limitante tanto para la gestación subrogada como para el parto, pero los avances médicos en la tecnología de reproducción asistida han hecho posible este nacimiento. De esta forma, la abuela se sometió a una serie de tratamientos médicos coordinados para permitir a su cuerpo albergar un feto una vez más. Así, uno de los embriones de su hija le fue implantado con éxito en abril del pasado año.”Es una bendición poder hacer esto por mi hija”, ha dicho Tracey.