Las vacaciones son el mejor momento ya que se produce un cambio en las rutinas, descanso y relax con la pareja, quizás algún viaje o salidas… Os recomendamos que aprovechéis estos días, aunque sean pocos, para desconectar del trabajo y del día a día y buscar momentos románticos que favorecerán la concepción.
Varios estudios han demostrado que el estrés es uno de los factores que puede retrasar el embarazo. Investigadores de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia y de la Escuela de Salud Pública de Rutgers (EE.UU.), publicaron un informe en «Fertility and Sterility” (2014) que concluía que el estrés es perjudicial para los espermatozoides y la calidad del semen, afectando a su concentración, apariencia y capacidad de fecundar un óvulo. «Los hombres que se sienten estresados son más propensos a tener menor concentración de espermatozoides en su semen y sus espermatozoides son más propensos a estar deformes o presentar problemas de movilidad», destacaba la autora principal, Pam Factor-Litvak.
En cuanto a las mujeres, un estrés producido por factores laborales, emocionales o personales, pueden provocar alteraciones hormonales y pueden verse enfrentadas a períodos menstruales irregulares o incluso ausencia de éste, lo que impide la concepción debido a la imposibilidad de hacer seguimiento a la ovulación.
También el estrés se produce cuando la pareja no consigue el embarazo en el tiempo que se había calculado y esta situación genera además un nuevo aporte de estrés extra. De todos modos, como mínimo es necesario dejar un promedio de seis meses de intentos antes de lograr un embarazo. Y, obviamente, aunque la pareja tenga estrés, las razones para esta tardanza pueden ser bien distintas y con diversas soluciones.
Desde Biogest os recomendamos un buen descanso y relajación durante vuestras vacaciones y, si a pesar de todo, tenéis que visitarnos en Biogest, analizaremos todas las posibles causas por la cuales no llegáis al embarazo y buscaremos la solución más idónea.