Los espermatozoides podrían llegar a producirse directamente en el laboratorio. Al menos, es el resultado de un experimento en ratones, que fue llevado a cabo por científicos de la Universidad Muenster de Alemania, y replicado por otros de la Universidad Ben-Gurion, en Israel.
A partir de células germinales (no diferenciadas), los investigadores crearon un ambiente similar al de los testículos y pudieron producir espermatozoides en ratones. Luego, corroboraron que los espermatozoides estaban sanos y que tenían una estructura similar a las células sexuales de un ratón.
La investigación fue publicada en la revista Asian Journal of Andrology. Según uno de los coautores, Mahmoud Huleihel, de la universidad israelí, los espermatozoides cultivados en el laboratorio podrían ayudar potencialmente a hombres con infertilidad. En lugar de usar un donante de semen, la nueva técnica podría utilizarse para tomar células del testículo del hombre afectado por infertilidad para llevarlas al laboratorio y producir los espermatozoides. De esta manera, el hombre no renunciaría a ser el padre biológico del hijo.
Consultado por Clarín, el especialista Jorge Blaquier, director del centro Fertilab, consideró que “esta nueva metodología permitiría conservar material testicular, por ejemplo de un niño en la prepubertad que será sometido a quimioterapia o radio terapia con gran posibilidad de perder su fertilidad, y usarlo, ya adulto, para lograr espermatozoides y darle posibilidad de fertilidad”.
El mismo escenario –resaltó Blaquier– “se puede dar en el joven en iguales circunstancias y que además es azoospérmico y no puede conservar semen. Una tercera utilización sería en el adulto con bloqueo de la espermatogénesis (porque se detiene la diferenciación en algún paso) y no hay espermatozoides”.
Aunque también advirtió que el trabajo se hizo con ratones “y hay una gran diferencia con el humano”. Por ejemplo en ratón y en otras especies se han conseguido espermatozoides por diversas técnicas, que no resultaron exitosas en seres humanos.