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Estudios revelan un desconocimiento preocupante de la población española en relación a los aspectos reproductivos de nuestra especie



En el marco del XVIII Congreso Nacional de la Sección de Ginecología y Obstetricia Psicosomática de la S.E.G.O. desarrollado el pasado 9 y 10 de marzo de 2012 en la ciudad de Málaga, se discutieron diversos aspectos de la afectación psicosomática relacionados a tópicos como; las disfunciones sexuales, el parto prematuro, el cáncer ginecológico y la reproducción.

Profesionales de la Unidad de Reproducción del Centro Gutenberg de Málaga participaron en dicho congreso aportando su experiencia en la ponencia titulada “Problemática de los tratamientos de reproducción asistida”. El Dr. Claudio Álvarez, miembro del equipo médico de la Unidad, expuso algunas conclusiones que parece importante que sean del conocimiento de toda la población y no solo de las personas o parejas afectadas.

Todo comienza, con la idea preconcebida, desde que somos niños, que nuestro objetivo futuro será desarrollarnos personal y profesionalmente y, paralelo a esto, formar una familia con la pareja adecuada y por supuesto, en la mayoría de los casos, con hijos que completarían esta aspiración.

Diversos estudios, en poblaciones supuestamente con buenos niveles de educación, han demostrado el desconocimiento preocupante en relación a los aspectos reproductivos de nuestra especie.

De todos es sabido, o por lo menos deberíamos saberlo, el deterioro en la capacidad reproductiva de la mujer en relación a la edad, especialmente después de los 37 años. Tanto es así que a los 20 años de edad, la posibilidad de gestar de una mujer es de un 23 a 30% por mes, cifra que disminuye drásticamente desde los 38 años y llega a casi un 0% a los 45 años. Pues bien, la población antes descrita de estos estudios, la mayoría asume su buena capacidad reproductiva, sin diferencias en cuanto a género y sobredimensionan los resultados y la capacidad de los actuales tratamientos de reproducción, como la fecundación in vitro. Todos los encuestados, refieren un deseo gestacional de mas de 2 hijos, pero la mayoría habla de criterios mínimos para buscar estos embarazos como son una relación de pareja estable y tranquilidad económica. Llama la atención que el 10% de los varones y el 30% de las mujeres cree que un hijo afectará su desarrollo profesional.

La realidad es que cuando una pareja o mujer se decide a buscar un hijo, es decir comienza a tener relaciones sexuales regulares sin un método anticonceptivo, las máximas expectativas están dentro de los 10 primeros meses (23-30% por mes), que esta probabilidad disminuye a menos del 5% después de un año (a mas tiempo sin concebir, menos probabilidades), que la edad de la mujer es el factor determinante (a mayor edad, menor fertilidad) y que toda esta búsqueda se asocia a una carga psicológica importante y que afecta distintamente al varón y a la mujer.

Como conclusión, salta a la vista que son necesarias políticas de salud y educación públicas para aumentar los conocimientos de la población en relación a nuestras capacidades reproductivas. Estas, por un lado, irán en beneficio de las actuales disminuidas tasas de natalidad y por otro nos deberían hacer reflexionar respecto de nuestros objetivos reproductivos o de familia futuros.