Inés tiene un hijo pequeño y ahora espera a su segundo. Está embarazada de cinco meses. Ella y su familia son uno de los rostros que se esconden detrás de los 3.000 nacimientos que la clínica Quirón de Bilbao ha contabilizado en su Unidad de Reproducción Asistida, abierta en el año 2000. El centro es uno de los de máxima referencia para este tipo de tratamientos en todo el norte de España, según explica el doctor Gorka Barrenetxea, el responsable de la unidad.
El médico, también profesor titular de Ginecología y Obstetricia de la UPV, defiende que más importante que la cifra alcanzada el pasado mes de enero, es el aspecto cualitativo que encierra el dato. Quirón es de los pocos centros de España que lleva un registro exhaustivo de los tratamientos que practica y que terminan en nacimiento. También uno de los que a través de sus protocolos ha conseguido reducir el número de nacimientos múltiples a un 10%, ofreciendo, según explican sus responsables, una serie de garantías a sus pacientes, ya que un parto gemelar implica unos serie de riesgos para los bebés por su alta probabilidad de convertirse en nacimientos prematuros.
Inés acudió a la clínica tras tener un embarazo ectópico. Llevaba mucho tiempo intentando tener un hijo y tras obtener otra vez el mismo resultado, con sus correspondientes operaciones, se sometió a un tratamiento de reproducción asistida. “Fue muy duro”, reconoce, porque en primer lugar los tiempos no siempre corren como los padres desearían. “Siempre es más complicado de lo que debería. Tuve 12 transferencias más o menos”, explica, en referencia a la implantación de embriones después de haberle extraído previamente sus óvulos o fecundación in vitro, pero ninguno parecía dar resultado. “Estábamos muy cansados y económicamente también supone un esfuerzo importante”, añade la paciente, que consiguió quedarse embarazada en el último intento que se había fijado con su marido antes de hacer un descanso para volver a probar más tarde.
El embarazo resultó complicado. Los tres primeros meses tuvo sangrados pero tras las pertinentes pruebas los médicos le confirmaron que tenía un niño sano. Su primer hijo. “Fue difícil quedarse embarazada, estarlo también, pero, cuando por fin todo va bien, te olvidas”, reconoce Inés.
“Fue difícil quedarse embarazada, pero si todo va bien te olvidas”
La reproducción asistida debe dejar de ser un tema tabú, defienden los especialistas de Quirón. El doctor Barrenetxea apunta, entre otros datos, a la baja tasa de natalidad de España con un número de hijos por mujer de un 1,07, según el Instituto Nacional de Estadística, cuando la cifra que garantiza el relevo generacional es de un 2,1. “Los tratamientos de fertilidad deben estar disponibles para la sociedad. Además, la reproducción asistida no sólo resuelve problemas de fertilidad”, recuerda el especialista.
El abanico de problemas que obligan a una mujer a acudir a una clínica de estas características es muy amplio, subraya José Luis de Pablo, director del laboratorio de Fecundación In Vitro de Quirón. La clínica, aunque sean técnicas de fecundación in vitro los tratamientos más frecuentes que realiza, también practica inseminaciones artificiales, lavado de semen para evitar la transferencia de enfermedades o diagnósticos genéticos, entre otros.
“Hay quien no puede tener hijos, pero también hay quien simplemente necesita una pequeña ayuda. Es un miedo que hay que quitar”, defiende De Pablo, “porque hay mujeres que a lo mejor tienen poca respuesta ovárica, o el problema es una muestra seminal de poca calidad, o que han tenido muchos abortos”, enumera. También parejas que quieren no transmitir a sus hijos enfermedades genéticas o aquellas, continua el responsable del laboratorio, que quieren congelar sus óvulos para en un futuro tener hijos o que, por ejemplo, enfermas de cáncer quieren preservarlos para una vez superada la enfermedad tener hijos. “Hay que quitar el miedo y el tabú que supone la reproducción asistida”, insiste el especialista, “porque estamos hablando de que prácticamente el 20% de la población en edad fértil tiene problemas de fertilidad”, zanja.