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Ha aumentado la donación de semen y de óvulos por la crisis



A pesar de estos reparos, el número de donantes de semen y de óvulos ha aumentado considerablemente desde que comenzó la crisis, según aseguran las clínicas de reproducción asistida. Pero conocer el volumen exacto de ese incremento es casi imposible, dado que las donaciones son completamente anónimas y no existe un registro oficial de donantes.

Para hacerse una idea, Rufino García Otero, presidente del Congreso Internacional de Medicina Reproductiva y Cirugía Endoscópica, califica de “exponencial” el aumento de hombres y mujeres dispuestos a donar. “Hasta el punto de existir lista de espera”, recalca. En el Instituto Bernabéu (Alicante) reconocen que entre 2009 y 2011 tuvieron aumento del 50% en el número de candidatos a donar semen y entre 2011 y 2012, del 15%.

“NO ES DINERO FÁCIL”

En España, todas las donaciones de semen y óvulos tienen que ser altruistas y es ilegal pagar por éstas. Por eso, la cantidad que las clínicas dan a los donantes no se considera un pago, sino una “compensación” por las molestias que ocasiona el tratamiento. Pedro recibe 50 euros por cada muestra válida. Va una vez a la semana a la clínica y las donaciones duran entre 4 y 6 meses. Calcula que conseguirá 1.200 euros.

Recalca que donar es casi como un trabajo. “Tienes que ser disciplinado. No puedes tener relaciones sexuales entre 3 y 5 días antes de la donación, tienes que tener cuidado con lo que bebes porque puede ser que la muestra luego no valga… Esto no es dinero fácil, es algo serio con lo que ayudas a muchas familias”, subraya.

Ana Fabregat, coordinadora de la Unidad de Donación del Banco de semen del Instituto Bernabéu, explica el porqué de esas exigencias: “Necesitamos que los donantes lleven tres días de abstinencia sexual porque por debajo puede ser que el recuento este disminuido. Necesitamos que el semen se acumule para que tenga una cantidad representativa. Más de cinco días sin eyacular tampoco es bueno porque los espermatozoides pueden verse afectados al estar tanto tiempo”.

PEOR CALIDAD DEL SEMEN

Pedro es un privilegiado porque únicamente entre el 5% y el 10% de los aspirantes a donantes consiguen llegar a serlo, según datos de las clínicas. El motivo es doble: por un lado, las clínicas tienen unos requisitos altísimos en cuanto a la calidad del semen y los hombres tienen que tener entre 18 y 35 años y someterse a pruebas para descartar enfermedades genéticas, infecciosas y mentales. Por otro lado, los expertos alertan de la caída de la calidad del semen de los hombres españoles en los últimos años.

“Los requisitos no han variado y hemos pasado de admitir hace años al 30% de los candidatos al 7% actual”, advierte Esther Velilla, directora del Servicio de Biología Reproductiva de Institut Marquès.

Fabregat, del Instituto Bernabéu, enumera los factores que influyen en la pérdida de calidad: “El tabaco, las drogas, la contaminación, la ropa apretada o practicar algunos deportes como el ciclismo, que son traumáticos para el testículo. Luego está el bisfenol A, que es un disruptor endocrino y se encuentra en los plásticos, las botellas de agua, la comida enlatada… “

Pedro asegura que, a la hora de donar, la muestra se tiene que recoger en la propia clínica, para asegurarse de que pertenece al donante. “Es un poco violento al principio, pero entras en una sala en la que hay revistas y vídeos que ayudan a estimularte”, explica.

LAS MUJERES DONAN PENSANDO EN AYUDAR

Más complicado es el proceso de donación de óvulos de las mujeres, aunque son más la candidatas que acaban siendo aceptadas: cerca del 50%, según el Instituto Bernabéu.

“Una vez que superan las pruebas, tienen que someterse a una tratamiento de estimulación ovárica que dura unos 12 días. En ese tiempo, tienen que venir a la clínica para someterse a controles. Después tienen que pasar por el quirófano. Es una intervención sencilla, con sedación, que no tiene por qué tener riesgos”, explica Jaime Guerrero, director de la Unidad de Ovodonación del Instituto Bernabéu.

Las clínicas suelen compensar la donación de óvulos con una cantidad que ronda los 1.000 euros y, aunque la ley permite donar hasta los 35 años, las clínicas suelen rechazar a las candidatas con más de 28 o 29. Según un estudio del Institut Marquès, el 70% de las jóvenes donarían pensando en ayudar a otras mujeres con problemas de fertilidad, mientras que el caso de los hombres ese porcentaje baja hasta el 49% y adquieren más peso las razones económicas.

Mónica, murciana de 23 años, donó sus óvulos en 2010. Dice que lo hizo por ayudar, pero que el dinero también le ayudó a ella a pagarse la carrera de medicina: “La operación no me dolió nada. Al salir y montar en el coche sí noté molestias, como cuando tienes una regla muy fuerte. Me duraron dos días. Luego, como si nada”.

LAGUNAS LEGALES

Aunque la Ley de Reproducción Asistida marca un máximo de seis descendientes por donante en territorio nacional, en la práctica es imposible controlarlo porque aún no existe un registro nacional de donantes de gametos. Las propias clínicas reconocen que dependen de la sinceridad de los donantes, porque únicamente pueden acceder a su propia base de datos, pero no a la de otros centros.

Fernando Abellán, abogado especialista en temas de fertilidad, explica los peligros de esa falta de control: “Puede tener consecuencias graves. Por un lado, no se controla las veces que dona una mujer y eso es un problema para su salud, porque la medicación hormonal que tienen que tomar es mala si se hace sin control. Por otro lado, en algunas zonas pueden empezar a darse casos de consaguinidad entre descendientes”.

También hay opiniones encontradas sobre si las donaciones de gametos tienen que estar compensadas con dinero. “Para tener un sistema que abastezca las necesidades hay que hacer algo porque las mujeres tienen que someterse a un proceso muy duro a nivel físico y psicológico. Muchas mujeres dirían: si no recibo nada no dono ni medio óvulo”, explica Itziar de Lecuona, del observatorio de bioética y derecho de la universidad de Barcelona.

Ella misma da otra visión: “También hay quien dice que no habría que pagar nada porque entonces habría que dar también dinero por donar sangre u órganos, que es como dar dinero por vender un trozo de cuerpo”.