Hasta hace más bien poco, mucha gente pensaba que los problemas de infertilidad eran exclusivamente femeninos, pero los hombres, y cada vez más, pueden desarrollar problemas de fertilidad.
Investigaciones realizadas en la Universidad de Oxford revelan que aproximadamente 40% de los casos de infertilidad masculina se deben a causas genéticas.
Según datos oficiales, un 30% de los casos de infertilidad en la pareja son atribuibles al varón. Entre un 25 y un 35% de los casos de infertilidad en el seno de la pareja son consecuencia de la mala calidad del semen de hombre. Aunque las causas son variadas, los expertos apuntan a dos extremos: la edad del varón y factores ambientales, como el estrés o hábitos como el tabaquismo.
La realidad es que la infertilidad masculina va en aumento. Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace dos décadas determinaba que el nivel óptimo de semen era de 50 millones de espermatozoides por cada mililitro, hoy se considera normal con veinte, llegando a reducir los parámetros por la bajada de producción.
Otra de las causas cada vez más comunes es el varicocele, un padecimiento que se caracteriza por la inflamación de las venas dentro del escroto. Estas venas se encuentran a lo largo del cordón que sostiene los testículos de un hombre (cordón espermático).
Según especialistas, el varicocele no suele manifestar síntomas, pero puede causar una disminución en la producción y calidad de los espermatozoides, lo que a su vez provoca la infertilidad.
Cuando la cifra de calidad de los espermatozoides se reduce, hay varias opciones. Normalmente la pareja se somete a una fecundación in vitro, técnica para la que se somete al hombre a un tratamiento farmacológico a base de vitaminas y antioxidantes. Además, en algunos casos se utilizan las columnas de anexina, unas columnas magnéticas que retienen los espermatozoides más dañados y que liberan a los que tienen más opciones. Con esta técnica, además de lograrse mayores tasa de embarazo, disminuyen las de aborto. Por este motivo, el director adjunto de la Unidad de Reproducción de Gutenberg alerta de que el futuro de la reproducción asistida pasa por la congelación de esperma, al igual que ya ocurre con los óvulos.