En muestras tomadas a más de 6.000 hombres tratados por infertilidad, un equipo médico encontró que la mayor cantidad de espermatozoides aparecían en el semen producido en invierno.
El doctor Edmund Sabanegh, que no participó del estudio, dijo que “lo más difícil es determinar qué factor provoca ese efecto”. Sabanegh dirige el Departamento de Urología de la Clínica de Cleveland, Ohio.
El estudio fue publicado por el equipo del doctor Eliahu Levitas, de la Universidad de Ben-Gurion del Néguev, en el American Journal of Obstetrics & Gynecology y fue realizado tras analizar 6.455 muestras de semen de pacientes de su clínica entre enero del 2006 y julio del 2009.
De estas muestras, 4.960 incluyeron una producción normal de espermatozoides y 1.495 una producción anormal, como por ejemplo una baja cantidad de espermatozoides.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de espermatozoides por militro de semen es una cantidad normal.
Tras tener en cuenta los 70 días que demora el organismo en producir una de esas células, los autores hallaron que los hombres con producción normal de espermatozoides tenían el esperma más saludable en invierno.
Por ejemplo, estos hombres producían unos 70 millones por militro en invierno. Un 5 por ciento de esos espermatozoides eran “rápidos”, lo que mejora la posibilidad de lograr un embarazo.
Esto se compara con los 68 millones por militro producidos en primavera, de los cuales apenas un 3 por ciento de espermatozoides fueron “rápidos”.
Pero en los hombres con una producción de esperma anormal, ese patrón no se mantuvo. Sus espermatozoides tendieron a aumentar su “rapidez” levemente en otoño, aunque el mayor porcentaje de espermatozoides con forma normal -un 7 por ciento- se registró durante la primavera.
“Nuestros resultados revelan que el semen (normal) es más eficiente en invierno, mientras que en los casos de infertilidad por poca producción de espermatozoides, la pareja debería optar por la primavera y el otoño”, publica el equipo.