Mes internacional de la fertilidad
Las mujeres obesas que se someten a técnicas de reproducción asistida ven reducidas significativamente en un tercio las posibilidades de que estas puedan tener éxito e incluso al 50% si se trata de una obesidad mórbida, es decir, que tengan un índice de masa corporal (IMC) superior a 40.
La obesidad es una de las causas de infertilidad de la mujer, puesto que induce alteraciones hormonales determinantes para el buen funcionamiento de los ovarios. En este caso, las mujeres obesas suelen sufrir altos niveles de estrógenos que ocasionan un mayor riesgo de aborto, menor probabilidad de éxito en tratamientos de reproducción asistida, síndrome de ovarios poliquísticos y desorden de los niveles hormonales.
En el caso de los hombres, la obesidad hace que tengan menos cantidad de espermatozoides y que estos tengan menos movilidad, además de ocasionar disfunción eréctil y aumentar el índice de fragmentación del ADN de los espermatozoides.
Según el doctor Víctor Villalobos, experto en reproducción asistida del Instituto de Reproducción Asistida Quirónsalud Dexeus Murcia y Centro médico Quirónsalud Orihuela, “una mujer obesa tiene más dificultad a la hora de concebir y la pérdida de tan solo un 5% del exceso de peso corporal puede ser suficiente para ayudar a mejorar la fertilidad”.
Según estudios realizados en este sentido, una mujer obesa (IMC mayor de 30) que quiere someterse a un procedimiento de reproducción asistida debería reducir su IMC a niveles considerados como saludables.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que una pérdida del 5-10% del sobrepeso puede ser suficiente para que se recupere la función ovárica y, por tanto, la regularidad del ciclo menstrual.
El tratamiento de hiperestimulación ovárica que se debe realizar para la obtención de ovocitos está directamente relacionado con el peso de la paciente, por lo que en las mujeres con obesidad mórbida la dosis de hormonas que se debe administrar aumenta significativamente y, por tanto, también los posibles efectos adversos, como el síndrome de hiperestimulación ovárica.
Factor de riesgo: los ovarios poliquísticos
Este riesgo es especialmente importante en mujeres obesas con ovarios poliquísticos, en las que, además, las posibilidades de lograr el embarazo por técnicas de reproducción asistida disminuye notoriamente.
A la vista de todo ello, el doctor Villalobos recomienda que ” las mujeres obesas que deseen seguir un programa de reproducción asistida se pongan previamente en manos de una unidad de obesidad para someterse a un plan de adelgazamiento que deberá ser controlado por los especialistas de la unidad, como endocrinos, cirujanos, nutricionistas, etc”.
Las mujeres deben ser conscientes de que el plan implica una reeducación de los hábitos de vida tanto en lo que se refiere a la alimentación como a la práctica regular de ejercicio físico.
Según el doctor Villalobos, “resulta fundamental seguir los hábitos saludables puesto que al quedar embarazadas si vuelven a sus hábitos anteriores de alimentación y sedentarismo se incrementarán de nuevo los riesgos de complicaciones asociados al embarazo”.