El Gobierno presentará a las comunidades autónomas el próximo miércoles 18 de abril la primera batería de medidas de la reforma sanitaria del Partido Popular. Será en el próximo consejo interterritorial de salud, donde además de las iniciativas del Ministerio de Sanidad se oirán las propuestas de cada comunidad para conseguir un ahorro de 7.000 millones. Aunque ayer tanto las comunidades como el Gobierno deslizaron algunas de las medidas.
Pago de medicamentos en función de la renta. Salvo enfermos crónicos y jubilados, todos los ciudadanos pagan el 40% del precio de las medicinas recetadas. No importa el nivel de renta. Con la reforma sanitaria, todos los españoles pagarán según sus recursos. La medida parece, en principio, más justa porque aliviará el gasto de los parados —que ahora pagan el40% de sus fármacos— y cobrará un porcentaje a pensionistas con rentas elevadas. La clave está en cómo hará el Gobierno el cálculo. Con toda probabilidad, pondrá un tope para no penalizar a los enfermos crónicos. Otra cuestión es que la capacidad de pago de una persona no depende solo de la renta declarada en el IRPF.
Menos ambulancias. La tijera sanitaria eliminará transportes sanitarios que no sean imprescindibles. Se recortará, por ejemplo, el traslado en ambulancia de pacientes para tratamientos de rehabilitación que utilizan muchos mayores.
Operaciones de cambio de sexo, vasectomías y tratamientos de fertilidad. Estos tratamientos, considerados no esenciales, se seguirán financiando, al menos en la propuesta del Ministerio de Sanidad, pero se vigilarán con lupa. Se restringirá su práctica y se limitará. En el caso de la vasectomía, no se cubrirá como método anticonceptivo y se deberá justificar la existencia de una patología o la posibilida de transmitir a la descendencia una enfermedad grave. En los tratamientos de fertilidad se reducirá el número de intentos de las parejas. El objetivo es seguir atendiendo el mismo número de patologías que ahora se atienden, pero modificando la gestión y marcando prioridades. Las comunidades autónomas llevarán también sus propias propuestas para restringir o dejar de pagar tratamientos ineficaces, como algunas técnicas de rehabilitación o la hipnosis.
Control férreo al turismo sanitario y las tarjetas sanitarias. Se pretende acabar con situaciones irregulares que son un secreto a voces. Como el de ciudadanos europeos, con vivienda en nuestro país, que son tratados en sus países de origen con cargo a la tarjeta sanitaria española. O aquéllos que durante el verano piden las recetas de medicamentos en España, donde pagan menos que en su país.
Pagar la comida de los hospitales. No está en la propuesta del Gobierno pero sí en la de Cataluña. Ayer la Generalitat propuso el cobro de parte de atención asistencial. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, puso como ejemplo a Alemania, donde los pacientes pagan unos 10 euros por día de ingreso y manutención hospitalaria.
Compra centralizada de medicinas. En lugar de que cada consejería de sanidad o cada hospital negocie un precio con cada uno de los laboratorios para medicamentos y suministro hospitalario, se pretende contar con una central de compras. Fuentes del Gobierno, estiman que solo con esta propuesta se podría ahorrar hasta el 10 por ciento de los 7.000 millones.