La técnica de fertilidad humana conocida como ‘hijos de tres padres’ permitirá la curación de embriones enfermos antes de su implantación en el útero, tratando al embrión como un paciente y facilitando el nacimiento de niños sanos, según ha informado el director de la Clínica MARGen de Granada, Jan Tesarik, en un artículo publicado en el ‘Journal of Gynecology and Women’s Health’.
Este avance ofrecerá nuevas esperanzas de maternidad a mujeres de avanzada edad, que suelen tener la mayoría de óvulos con anomalías y que no desean recurrir a óvulos de donantes. El primer caso del embrión-paciente se remonta a los finales del año 2016, cuando un niño sano nació gracias a una micromanipulación de un embrión con el ADN mitocondrial defectuoso, utilizando una técnica desarrollada hace casi 20 años por el doctor Tesarik, publicada en el año 2000.
Esta técnica permite transferir el material genético nuclear desde embriones afectados por anomalías del ADN mitocondrial a los embriones de donante, previamente enucleados, con el ADN mitocondrial sano. Actualmente, el doctor Tesarik está esperando la ‘luz verde’ del Comité de Ética Nacional para utilizar esta técnica en la clínica MARGen de Granada.
El análisis genético de embriones se hace a menudo en mujeres de edades avanzadas, si bien un alto porcentaje de estos embriones tienen diferentes tipos de anomalías cromosómicas. Dado que las mujeres en esta condición suelen producir pocos óvulos, no todos de ellos se fecundan y dan un embrión viable, y la técnica del diagnóstico genético puede dañar algunos embriones, por lo que la pareja puede quedar sin ningún embrión vivo y diagnosticado como normal. La recomendación habitual que se da a estas parejas es acudir a la donación de óvulos.
“Sin embargo, hoy se vislumbra una solución diferente. Los embriones diagnosticados como anormales se pueden congelar y esperar la disponibilidad clínica de un tratamiento adecuado para su anomalía de cara a su reimplantación en el útero de la paciente”, ha añadido el expeto.
Finalmente, la presidenta de la Fundación MARGen Mendoza-Tesarik de Granada, Carmen Mendoza Oltras, ha señalado que la posibilidad de curar embriones genéticamente defectuosos abre nuevas vías también para pacientes ya afectados por distintas anomalías genéticas.
“Por ejemplo, la mayoría de las mujeres con sindrome de Down (trisomia del cromosoma 21) son fértiles, pero hay una reticencia generalizada en cuanto a su reproducción sabiendo que el riesgo de transmisión del sindrome al embrión es aproximadamente 50 por ciento. Se pueden identificar los embriones afectados mediante un diagnóstico preimplantatorio, pero muchas madres se resisten a destruir estos embriones por un solo hecho que portan la misma constitución cromosómica que ellas mismas. Esperamos que pronto podremos tratar estos embriones para liberarlos de las consecuencias de la trisomia así que proponemos congelarlos para ser curados en el futuro”, ha zanjado.