La transferencia embrionaria intrauterina es el proceso mediante el cual se depositan en el útero de la mujer los embriones generados en el laboratorio de fecundación in vitro. Es el último paso de las técnicas de reproducción asistida.
La transferencia embrionaria puede hacerse desde el día 2 al 6 del desarrollo embrionario, sin embargo lo más habitual es hacerla en estadio embrionario temprano (día 3) o en estadio de blastocisto (día 5) del desarrollo embrionario.
La transferencia puede ser:
- En fresco: los embriones son frescos y se transfieren en el mismo ciclo en el que se han creado.
- Transferencia diferida: se vitrifican los embriones para transferirlos en otro ciclo diferente al que han sido creados.
La paciente es colocada en posición de decúbito supino, es importante que tenga la vejiga llena aunque no en exceso. Esto además de facilitar la visión ecográfica desplaza el útero hacía atrás facilitando la canalización del mismo.
Se introduce un especulo estéril en la vagina para la visualización del cuello uterino. La vagina y cérvix se limpian con un medio de cultivo y se aspira el moco cervical. Es para evitar el traslado de bacterias a la cavidad uterina.
El ginecólogo canaliza el cérvix con un catéter que llegará hasta la cavidad uterina.
El embriólogo carga los embriones en una cánula, que se introduce cuidadosamente hasta el centro de la cavidad endometrial donde se inyecta lentamente a 1.5 cm del fondo.
El embriólogo comprueba que no hay embriones retenidos en el catéter. La visión ecográfica nos permite ver donde se deja el medio de cultivo donde están los embriones pero no los embriones en sí (son microscópicos). Es por ello que se deben comprobar tanto el catéter de canalización como el de transferencia. En caso de que el embrión se hubiera quedado retenido, se repite el proceso.
El proceso se realiza bajo control ecográfico. Facilita la canalización cervical y dejamos los embriones
No es preciso realizar reposo tras la transferencia embrionaria.
La prueba de embarazo se realizar dos semanas después.
Ainhoa Fernández de Romarategui. Ginecóloga