En el 2009, un año después del gran debacle financiera, nacieron en Irlanda 75.554 niños, la cifra más alta desde 1891, cuando vineron al mundo 76.877 retoños, según los datos revelados esta semana por la Oficina Central de Estadísticas (CSO).
La noticia del repentino ‘baby boom’ irlandés ha sido recibida con cautela por los expertos, que advierten que la auténtica razón en meramente “demográfica” y no guarda relación aparente ni con la crisis ni con el número de mujeres inactivas o en las filas del paro, que se disparó del 4% al 14%.
Hay más mujeres entre 25 y 35
“Lo ocurrido es fruto del aumento del número de mujeres entre los 25 y los 35, la edad en la que habitualmente se tienen hijos en Irlanda”, declaró al Irish Independent el experto en demografía Gerard O’Neill, al frente de Amarach Consulting.
“Es más, inmediatamente después del 2009 se aprecia ya una ligera caída, que puede obedecer a razones económicas”, adiverte O´Neill. “La recesión está obligando a retrasar la edad en la que se tienen hijos”.
En cualquier caso, las irlandesas se han encaramado al podio europeo con una tasa de natalidad de 2,1, suficientes para garantizar el “recambio” generacional de una población cercana a los cinco millones. El segundo puesto lo ocupa Francia con una tasa del 2,0, seguida por Gran Bretaña, Suecia y Noruega con 1,9.
España se encuentra entre los colistas, con una tasa de natalidad de 1,4 por mujer. Tan sólo Alemania, Hungría, Rumanía, Letonia y Portugal están por debajo, con un 1,3.
Por lo que respecta a Irlanda, la maternidad ha experimentado un gran cambio en la últimas tres décadas: uno de cada tres niños nacen fuera del matrimonio. Las bodas católicas han caído en picado, frente al ascenso de las bodas civiles. Las mujeres suelen esperar hasta los 31 para casarse, y los hombres hasta los 34.