La epigenética ha mostrado que los embriones desarrollados en laboratorio, o en su posterior desarrollo dentro de un útero, se comportan de forma diferente que si se hubieran desarrollado en su medio natural o en un útero distinto, según han recordado expertos reunidos en el XVII Foro Norte (Jornadas de Reproducción Humana), organizado por Merck en Soria.
“Hemos progresado en conocer cómo unos embriones desarrollados en laboratorio, o en su posterior desarrollo dentro de un útero, se comportan de forma diferente que si se hubieran desarrollado en su medio natural -la trompa de Falopio- o, lo que es más interesante, en un útero distinto. En otras palabras, el mismo embrión produciría seres distintos en distintas madres”, ha comentado el jefe de Servicio de Ginecología del Complejo Hospitalario de Soria, José Vicente Peñuelas.
En cualquier caso, prosigue, todavía quedan áreas en las que se pueden seguir registrando avances gracias a un estudio más profundo de los casos, como es el caso de la elección del mejor método de transferencia embrionaria. “Los estudios actuales parecen indicar que una transferencia diferida podría aumentar los éxitos de los tratamientos de reproducción asistida, aunque no están perfectamente definidos los casos en los que se debe utilizar una transferencia en fresco”, ha enfatizado.
Dicho esto, el también coordinador, junto a la doctora Mª Ángeles Rubio, ha señalado que, para poder alcanzar los beneficios de una transferencia diferida, la técnica de criopreservación de los embriones debe ser excelente, para no perder ninguno de ellos en este paso.
TÉCNICAS MÁS HABITUALES
Por otra parte, los expertos han recordado que una de las técnicas más habituales dentro de la reproducción asistida es la inyección intracitoplasmática (ICSI), incluida en el tratamiento de fecundación ‘in vitro’, que permite tener hijos a parejas que no podrían lograrlo por vía natural.
“Por tanto, se fuerza el sistema, lo que podría incrementar los riesgos del embarazo y del parto. Sin embargo, en la mayoría de los casos el embarazo transcurre igual que si se hubiera conseguido de forma natural. Los riesgos obstétricos solo aumentan en un pequeño porcentaje de los casos, y gracias a que conocemos estos riesgos, no suponen una amenaza importante”, ha argumentado el doctor Peñuelas.
Finalmente, otra preocupación en los laboratorios de reproducción asistida que se ha ido paliando con el tiempo es el de la identificación de muestras y su trazabilidad para minimizar los errores de identificación y detectar posibles causas de fallos.
“Los protocolos de trazabilidad tradicionales dejaban un pequeño margen a los errores humanos, pero con los nuevos sistemas automatizados de trazabilidad esta posibilidad de error prácticamente ha desaparecido”, ha zanjado el jefe de Servicio de Ginecología del Complejo Hospitalario de Soria.
(EUROPA PRESS)