El doctor Richard Legro explica a Medical News Today que las mujeres obesas tienen la mayor parte de su grasa localizada en el abdomen y esto “se asocia con una mala respuesta a la inducción de la ovulación y con la disminución de las tasas de embarazo”.
Y por eso la primera recomendación que da un médico a una paciente con sobrepeso cuando desea quedarse embarazada es perder peso.
El estudio evaluó, durante dos años, a 29 mujeres con obesidad mórbida antes y después de ser operadas. Todas ellas estaban en edad reproductiva.
Cada día, los investigadores recogieron muestras diarias de orina en el transcurso de un ciclo menstrual para determinar la frecuencia de la ovulación y la calidad. Comprobaron que no había mejoras significativas.
Las diferencias más notables las encontraron, sin embargo, en el apetito sexual. Todas las mujeres que participaron en el estudio aseguraron que su vida sexual había cambiado a mejor tras la operación, especialmente en lo que se refiere al deseo sexual y a la excitación.
Por tanto, si el deseo sexual aumenta, también la frecuencia de la actividad sexual y, así, existe una mayor probabilidad para la concepción.