La menopausia es sinónimo de cambios en la vida afectiva y psíquica de las mujeres que tienen entre 45 y 55 años. Viene diagnosticada tras un periodo aproximado de un año de amenorrea. Decimos que la menopausia es precoz cuando sucede entre los 40 y los 45 años y hablamos de menopausia prematura si ocurre antes de cumplir los 40.
¿Es frecuente?
La menopausia precoz es bastante inusual. Solo afecta a 1% de la población femenina caucásica. De ella, solamente un 0,1% tiene menos de 30 años.
¿Cómo se detecta?
La menopausia precoz es una insuficiencia ovárica prematura (IOP). Esto significa generalmente que hay una total o casi total ausencia de la menstruación y aparecen sofocos continuados. Para confirmar el diagnóstico es imprescindible controlar el equilibrio hormonal. Para ello, el análisis de sangre medirá dos hormonas relacionadas: la hormona folículo-estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Si las tasas son muy elevadas indicarán el estado de menopausia en el momento del análisis.
Podemos hablar también de otros signos relevantes de la menopausia precoz como pueden ser los ciclos irregulares -cortos o por el contrario muy prolongados-, la infertilidad -abortos espontáneos de repetición- o la esterilidad.
¿Podemos retrasar la llegada de la menopausia?
La edad de la menopausia está programada genéticamente. Es por ello que cuando es precoz viene dada por una herencia genética familiar. Sin embargo, el modo de vida juega un papel importante en los ciclos de la mujer: por ejemplo, una mujer fumadora entrará en menopausia dos años antes que el resto, ya que el tabaco altera la función ovárica.
Al contrario que la edad de la pubertad, que ha disminuido con el tiempo, la edad de la menopausia se mantiene estable a través con los años. Ello nos indica que nada podemos hacer para retrasarla.
¿Cuáles son los indicios de la menopausia precoz?
La menopausia precoz conlleva una carencia importante de estrógenos que provoca problemas urinarios, como incontinencia o infecciones, e incrementa la descalcificación de los huesos, aumentado por tanto el riesgo de fracturas y de osteoporosis. Tampoco hay que olvidar que los riesgos cardiovasculares, como infartos, accidentes vasculares cerebrales o arterosclerosis, también se incrementan.
Además, los especialistas insisten en el impacto emocional y psicológico que puede tener el diagnóstico, en particular cuando se produce en mujeres jóvenes y sobre todo en aquellas que aún no han tenido hijos. En estos casos, pueden producirse fuertes cambios de humor, insomnio, dolores de cabeza y trastornos alimentarios.
Habitualmente, los médicos prescriben a las pacientes que sufren insuficiencia ovárica precoz los estrógenos de sustitución con el fin de asegurar el buen funcionamiento de sus órganos a lo largo de su vida.
¿Cómo influye en la reproducción?
Una vez que los efectos de la menopausia precoz se manifiestan las opciones de embarazo disminuyen. Sin embargo, entre el 5 y el 10% de las mujeres, en particular aquellas más jóvenes, tendrá todavía alguna ovulación ocasional. Ellas aún tienen alguna opción de tener hijos, pero las probabilidades son bajas. Para estas mujeres no existe tratamiento que les garantice un embarazo con sus propios ovocitos.
Hoy, gracias a los progresos de la medicina reproductiva, las mujeres que sufren menopausia precoz se pueden beneficiar de las nuevas técnicas para combatir la infertilidad, como son la criopreservación ovárica o preservación de la fertilidad y la recepción o donación de ovocitos.