El problema de la esterilidad en humanos ha existido siempre. Desde la prehistoria, la infertilidad ha sido considerada como uno de los mayores riesgos sociales y médicos, ya que supone una amenaza para la supervivencia de la especie y el mantenimiento de la sociedad, y provoca, en al ámbito personal, serias consecuencias psicológicas y de relación de pareja. Entre un 12 y un 15% de las parejas no pueden tener descendencia de forma espontánea y estos datos hacen de los humanos una de las especies más infértiles que existen sobre la tierra.
Durante algunos años, la imposibilidad de tener hijos fue considerada un castigo divino y, aunque ya durante el Imperio Romano, el médico griego Sorano de Éfeso la catalogó como una enfermedad, hasta los años 50 del siglo pasado la única solución para las parejas con dificultades a la hora de engendrar un hijo era la adopción; Hoy, si se es constante con el tratamiento adecuado, la mayoría de las parejas que se someten a técnicas de reproducción asistida consiguen tener hijos, y tal como indica Jesús Álvarez, jefe de la sección de reproducción del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia: «La tasa más elevada de éxito en Fecundación In Vitro (FIV) se consigue en los dos primeros ciclos de estimulación ovárica», señala.
Añade Álvarez que «sin ninguna duda, la infertilidad se puede considerar una de las epidemias del siglo XXI puesto que los cambios sociales llevan a retrasar la maternidad» y, citando un estudio del Instituto Nacional de Estadística, asegura que «si no se desarrollan políticas sociales para fomentar que se tengan hijos, en torno al año 2049 nueve de cada diez españoles no trabajará al ser menor de 16 años o mayor de 65». Eso hará inviable, entre otros aspectos, que se mantenga el sistema actual de pensiones.
Además, éste es un problema general de los países desarrollados ya que a mayor nivel cultural menor tasa de procreación, aunque países como Finlandia o Suecia ya han dado el salto y están fomentando los embarazos invirtiendo mucho en políticas sociales. En cuando a España, nuestro país se encuentra a la cola en el número de hijos por mujer (1,38) lo que, en palabras de Álvarez, «es más grave de lo que parece y se trata de una cifra peligrosa, ya que de llegar a 1,31 el país estaría en punto de no retorno». De hecho, para mantener el equilibrio demográfico es necesario un mínimo de 2,1 hijos por mujer fértil, lo que se conoce como la tasa de remplazo necesaria para que la población se mantengan constante.
Tratamientos
El Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca mantiene un concierto desde el año 2003, que se ha ido ampliando posteriormente, con todas las clínicas privadas de reproducción asistida que existen en la Región de Murcia: IVI Murcia, IMFER, USP Dexeus, Instituto Bernabeu y THAE. Gracias a esta unión, por la que los tratamientos se realizan de forma compartida, se están consiguiendo buenos resultados desde el principio.
En concreto, la Unidad de Reproducción de la Arrixaca lleva a cabo la parte más costosa de los tratamientos, en recursos de tiempo (historia de la pareja, pruebas diagnósticas, etc.) y dinero (recetas y monitorización del ciclo), preparando al paciente para la punción del ovario en la clínica concertada escogida y posterior transferencia del embrión para, una vez conseguido el embarazo, volver al hospital donde se le hará el seguimiento.
Hasta el momento, el Servicio Murciano de Salud no costea la congelación de óvulos, aunque sí de espermatozoides en casos de patología tumoral. En la cartera de servicios del Servicio Murciano de Salud (SMS) para Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) se encuentra la Inseminación Artificial Homologa (IAH), la fecundación in Vitro (FIV), la Microinyección Espérmaticaca (ICSI), la Transferencia de Embriones Criopreservados y el Diagnóstico Genético Preimplantacional en enfermedades cromosómicas y monogénica.
Como su nombre indica, el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca cumple además de con la función asistencial propia de un centro de estas características, con la de docencia e investigación. Se han realizado distintas tesis doctorales así como publicaciones en relación a la medicina reproductiva.
En este momento, la Unidad investiga la hormona Antimulleriana (HAM) un parámetro que parece ser muy fiable a la hora de conocer la reserva ovárica de una mujer, es decir, número de óvulos fértiles de que dispone.