A las 8 semanas de embarazo pierde a su hijo. Entonces ve que la barriga sigue creciéndole…
Sadie Brille tiene 32 años, es peluquera y madre de Summer, una pequeña y tierna niña de cuatro años. Un día, descubrió emocionada que estaba embarazada de nuevo. ¡Al fin Summer tendría un hermano o hermana menor!
Sin embargo, tras solo ocho semanas de embarazo, Sadie perdió a su bebé. Se había tratado de un embarazo ectópico, en el cual el embrión se desarrolla fuera del útero. La pérdida fue un verdadero golpe para ella, así también como para Summer y Gary, el padre.
Mientras aún se encontraba en duelo por haber perdido tan rápidamente a su esperado hijo, le desconcertó ver que su vientre continuaba creciendo día a día. No supo si debía preocuparse o no al respecto.
Un día, en el supermercado, Summer apuntó repentinamente hacia una botella de leche y dijo: “Mamá, tenemos que llevar leche para el bebé”.
Con el corazón destrozado, sus padres intentaron explicarle nuevamente que no iba a haber un bebé después de todo. Sin embargo, la pequeña niña frunció el ceño, apretó los dientes y los miró con seguridad: “Ustedes no entienden. Sí hay un bebé”, les dijo.
Sadie, abrumada por el tono confiado de la voz de su hija, decidió hacerse un test de embarazo para estar segura. Y ahora viene la increíble sorpresa: ¡Se encontraba aún embarazada!
Entonces volvió a ver a su ginecólogo, quien no pudo creer lo que estaba viendo. Para llegar al fondo del asunto, propuso realizar un escáner de ultrasonido. Allí en la pantalla vieron nada más y nada menos que un embrión perfectamente sano creciendo en el útero de Sadie. En sus 23 años de experiencia como matrona, nunca había visto algo así.
“Fui a ver a mi doctor y no podía comprender lo que estaba sucediendo. Tuve un ultrasonido con el que pudimos escuchar el latido de un corazón: el escáner mostró que tenía 19 semanas de embarazo.”
Al final, el equipo de doctores encontró una explicación: Sadie debió haber estado inicialmente embarazada de dos niños. Mientras con el ectópico sufrió una pérdida, el segundo continuó sano y creciendo de manera normal. Esta situación corresponde a un caso extremadamente extraño de embarazo heterotópico, en el cual un bebé se desarrolla dentro del útero y, el otro, fuera. Solo 1 de 3.000 mujeres embarazadas se ven afectadas por esta patología.
Gary, su esposo, no podía creer la buena suerte que tuvieron después de la terrible pérdida: “Era una mezcla de sentimientos. Pasamos de lidiar con la pérdida del bebé y, de la nada, a saber que aún había otro allí dentro. Me hace querer comprar un boleto de lotería todos los días.”
Esta milagrosa historia merece ser compartida. El bebé, un pequeño niño llamado Teddy, va a llegar a este mundo en cualquier minuto. Summer tuvo una increíble intuición, e incluso podríamos decir que posee un sexto sentido. ¡Ella está esperando feliz a su nuevo hermanito!