No cabe duda de que el embarazo ectópico, por su propia naturaleza, es uno de los más complicados que puedes llegar a desarrollar. No en vano sus especiales condiciones pueden darse indistintamente tanto en los embarazos naturales como en los obtenidos a través de la reproducción asistida.
Por ello, en esta clase de alteraciones en la fecundación necesitas mayor información y suficientemente cualificada que te ayude a saber qué tienes que hacer en estos casos y, lo que es más importante, a detectarlo con tiempo.
Ante este escenario, nada mejor que canalizarlo a través de una clínica de reproducción asistida en la que, como es el caso de IREMA, podrán detectártelo con la suficiente antelación como para recibir las alternativas más adecuadas a tu situación, en función de la fase en la que se encuentre tu embarazo.
Con casi toda seguridad conocerás perfectamente qué es un embarazo ectópico y lo que implica encontrarse en este estado, pero será conveniente recordarte que se trata de una situación bastante infrecuente entre las mujeres que deciden tener un niño. Pues bien, se produce cuando el óvulo fecundado se instala fuera del útero. Este es el requisito imprescindible para poder utilizar el término ectópico.
Desde luego que no es algo muy habitual entre las mujeres, pero en algunos casos sí que se produce, con una serie de problemas que necesitarás valorar por si se presenta esta situación en tu vida personal. Entonces no te quedará más remedio que asumir que no estás ante un embarazo normal, no porque el proceso sea sustancialmente diferente al que se considera fisiológico o normal, sino por los riesgos que conlleva y porque requiere de un tratamiento diferenciado del que se da a los embarazos intrauterinos.
¿CÓMO SE GENERA EL EMBARAZO ECTÓPICO?
Todas las mujeres pueden desarrollar esta clase de embarazos. Pero con una diferencia muy relevante, y es que hay unos perfiles que son más proclives a ellos. Entre ellos, el de las mujeres que hayan sufrido alguna operación en las trompas de Falopio. Incluso haber pasado alguna vez por esta situación, es decir, haber tenido un embarazo de estas características, supone cierta predisposición. Si este fuese tu caso, con más razón tendrías que ir a una clínica especializada como IREMA para que te hicieran un diagnóstico certero, por medio de las pruebas específicas capaces de determinar si te encuentras en esta situación.
¿PUEDES DETECTARLO CON TIEMPO?
Seguramente que te estés planteando cuáles son los síntomas que se manifiestan en esta situación. Varían de unos casos a otros, y desde luego no hay una manifestación que sea del todo concluyente. Incluso puede pasar mucho tiempo sin que notes nada, hasta el punto de que cuando hayas desarrollado el último ciclo menstrual, solamente tengas los síntomas tradicionales de los embarazados intrauterinos, tales como cansancio y náuseas, principalmente.
Entonces, para salir de dudas sobre tu estado real, no tendrás otro remedio que pasar por la consulta en una clínica especializada para que te realicen las pruebas pertinentes. El diagnóstico básicamente procederá de dos fuentes: por un lado, de un análisis de sangre, aunque puede que sea insuficiente para comprobar el origen de tu embarazo. Y por otro y más concluyente en sus resultados, será una ecografía que se enfocará principalmente hacia el útero y la trompa de Falopio. Son las formas más eficientes para constatar si definitivamente has generado un embarazo en el útero o no. Para evitar más complicaciones en este proceso será necesario que te sometas a estas pruebas médicas lo más rápidamente posible. Solamente así tendrás posibilidad de un mejor tratamiento, pues cualquier desfase en el tiempo puede ser definitivo de cara a su solución.