A consecuencia de las alteraciones de la vida moderna, como estrés, obesidad, tabaquismo, drogadicción, infecciones de transmisión sexual y la decisión de posponer la maternidad cada vez a mayor edad, se proyecta que para 2050 el 50% de las parejas tendrá problemas de fertilidad.
En donadores de semen se ha comprobado que de entre cinco y 10 hombres menores de 25 años que ya tuvieron un hijo sólo uno tiene espermatozoides con condiciones normales, explicó el especialista Silvio Cuneo Pareto.
La situación es consecuencia de la forma de vida actual que se lleva, y en el caso de los varones se ha detectado que el franco deterioro del semen es provocado por diversos contaminantes, como drogas, medicamentos, tabaquismo, así como problemas de obesidad y diabetes.
En el caso de las mujeres, una de las causas por las que a futuro se verán más afectadas para lograr embarazarse en forma natural es la postergación de la maternidad, aunado a que cada vez hay más casos de alteraciones como endometriosis, nutricionales, exceso de peso y de ejercicio, así como enfermedades como el hipertiroidismo.
El especialista aclaró que el hecho de que una mujer tenga varias parejas sexuales no es un factor que le impida procrear, sin embargo las enfermedades de transmisión sexual sí son un punto importante que evita los embarazos.
“Se calcula que en un futuro no muy lejano, como es el año 2050, el 50% de las parejas que quiera tener hijos no sólo va a tener problemas para embarazarse, sino que tendrán que solicitar tratamientos para la fertilidad”, alertó el también director del Centro de Reproducción Asistida Concibe.
Comentó que en la actualidad es notorio el aumento en las consultas por infertilidad y la necesidad de lograr un embarazo, a pesar de que sólo entre 1 y 5% de las personas que tienen problemas para procrear recurren a métodos de reproducción asistida, tanto por falta de acceso a estos como por la difusión.
Los tratamientos se dividen en baja y alta complejidad y cada uno responde a necesidades o condiciones diversas en la pareja, por lo que el especialista es el único indicado para decidir la mejor técnica para cada pareja.
Entre los tratamientos de baja complejidad el más común es la inseminación artificial, procedimiento que consiste en depositar directamente los espermatozoides en la cavidad uterina facilitando la llegada de éstos al óvulo.
De los tratamientos de alta complejidad más conocidos y más recientes mencionó el denominado PICSI, a través del cual se selecciona al mejor esperma para la fecundación, así como el del diagnóstico genético preimplantacional.
De esa manera, abundó, se logra incrementar el éxito no sólo de embarazo, sino también de tener un bebé sano, pues permite conocer tempranamente el estado genético de los embriones para seleccionar al más adecuado. El especialista recordó que la infertilidad es multifactorial, y en 40% de los casos las causas son de origen masculino, otro 40% femenino y en 20% corresponde a ambos o es de origen desconocido.
Además, los tratamientos actuales de reproducción asistida permiten incrementar las tasas de éxito, sobre todo si la pareja acude de manera oportuna con el especialista indicado, pues la falta de un diagnóstico adecuado retrasa hasta en cinco años la posibilidad de un embarazo, cuando debiera tenerse éxito entre seis meses y un año.