De forma rutinaria, en la mayoría de los laboratorios, la transferencia embrionaria se realiza coincidiendo con el día 2-3 de cultivo, o en estadio de blastocisto, mientras que la transferencia de embriones en día 4 es una alternativa que en la práctica del laboratorio ha tenido poca repercusión.
Generalmente se acepta la superioridad de la transferencia de blastocistos cuando se compara con la de embriones en estadios más tempranos, debido principalmente a una mejor sincronización entre el embrión y el endometrio, y a una selección embrionaria más objetiva una vez se ha producido la activación de su genoma, lo que permite reducir el número embriones transferidos evitando el riesgo de embarazo múltiple.
Sin embargo, no siempre es posible realizar la transferencia en día 5, principalmente debido a objeciones planteadas por los pacientes (motivos laborales, viajes programados de vuelta a su ciudad de origen o motivos de otra índole). En estos casos la transferencia de embriones en día 4 podría ser una estrategia adecuada, proporcionando una mayor flexibilidad a la hora de programar el momento de la transferencia.
Las publicaciones que existen al respecto y nuestros propios datos avalan la validez de la transferencia en día 4, e indican que permite una adecuada selección embrionaria sin que se produzca un detrimento en las tasas de gestación cuando se compara con las transferencias de blastocistos en día 5.
Jaime Guerrero, biólogo del Instituto Bernabeu.