El diario Daily mail ha desvelado que un matrimonio británico adinerado envió a EEUU muestras del semen de su hijo muerto en accidente de motocicleta con el objetivo de tener un heredero varón. La pareja recurrió a la gestación subrograda pero, para ello, tuvieron que enviar muestras del esperma de su descendiente, que se le retiró cuando ya llevaba dos días muerto, que es cuando se encontró el cadáver.
Según el periódico, esto podría no estar permitido por la legislación británica. La pareja, además, eligió específicamente el sexo del bebé -algo también prohibido en Reino Unido aunque sí legal en EEUU- para que fuera varón y pudiera así hacer perdurar su apellido, que iba a perderse.
El niño nació en 2015 y vive actualmente con sus abuelos biológicos, que son sus padres legales. Se desconoce la identidad de la familia pero el especialista en fertilidad que les atendió -el médico judío David Smotrich- ha explicado que se trata de una familia notable y “extremadamente rica”.
El obstetra ha declarado al periódico que no se arrepiente de haberles ayudado, a pesar de las irregularidades legales en las que puedan haber incurrido. “‘El matrimonio perdió a su hijo en las más trágicas circunstancias. Querían desesperadamente un heredero y un nieto. Fue un privilegio poder ayudarles”, declaró.
No es la primera vez que Smotrich se ve en los rotativos. Este pionero en fecundación in vitro (FIV) creó el primer embrión para una pareja del mismo sexo en 1997 en EEUU y también ayudó al ejecutivo Ian Mucklejohn a convertirse en el primer padre de trillizos de Reino Unido.
Sin duda, los retos no asustan a este médico que reconoce que, más allá de las dudas éticas, el caso del adinerado matrimonio británico tuvo otro componente de interés y es que el semen utilizado para la creación del embrión se había extraído cuando el hombre no sólo estaba ya muerto, sino que llevaba dos días fallecido. En Reino Unido se producen alrededor de cinco nacimientos al año de padres muertos, pero el esperma suele extraerse cuando el hombre está a punto de morir o se utiliza de muestras previas de semen congelado.
La secretaria de Smotrich, Diana Batzofin, declaró a The Daily Mail: “Yo cogí la primera llamada de la madre del muchacho muerto. Esto ha sido un matrimonio entre la ciencia y el alma. Ella me dijo que esto es lo que su hijo hubiera querido”.
El médico también ha explicado que el matrimonio fue “muy específico” sobre el tipo de donante que buscaban y que insistieron en que fuera alguien parecido al tipo de mujer que ellos creían que su hijo hubiera elegido como esposa, tanto desde el punto de vista físico como intelectual y de nivel educativo. Tanto la donante de los óvulos como la mujer que gestó el embrión -se crearon cuatro, de los que se implantó uno y el resto se mantienen congelados- eran estadounidenses y fue en este país donde nació el niño en 2015. Los padres abuelos estuvieron presentes en el alumbramiento.
Se calcula que la familia ha pagado entre 67.000 y 111.000 euros por el procedimiento, lo normal en este tipo de operaciones en la clínica estadounidense. Smotrich ha declarado que mantiene muy buena relación con los padres abuelos, que le mandan felicitaciones todas las navidades. El médico también ha explicado que entre sus clientes hay muchas personas de alto nivel, incluyendo políticos, aristócratas e incluso miembros de la realeza aunque no de primera línea. Muchos de ellos, ha comentado, pretenden sortear así la restrictiva ley británica de reproducción asistida. “Yo no soy quién para juzgar quién es padre”, afirma el experto.