Los padres de un bebé prematuro de Reino Unido no pueden estar más agradecidos a una conocida cadena de venta al por menor. La bolsa de bocadillos de la compañía –Tesco- ha contribuido a que su hija, Pixie Griffiths-Grant, salvara la vida tras nacer a las 28 semanas de gestación con tan solo 500 gramos de peso.
La historia de superación de la pequeña empezó a las pocas semanas de ser concebida, cuando los médicos detectaron que la placenta y el cordón umbilical del feto no lo estaban alimentando correctamente. El problema se agudizó a las 20 semanas de gestación cuando Pixie dejó de crecer.
Este fue el motivo por el que los médicos decidieron poner fin al embarazo a los seis meses de gestación, unas ocho semanas antes de lo previsto. Tras el parto, el bebé ingresó en la UCI sin garantías de sobrevivir.
Los facultativos que la atendieron se enfrentaron al dilema de cómo mantener a Pixie en unas condiciones similares a las del útero materno, ya que su pequeño tamaño dificultaba mantenerla caliente. Así es como surgió la idea de meterla dentro de una bolsa para bocadillos, con un tamaño idóneo para la pequeña.
Las semanas fueron pasando y Pixie poco a poco fue ganando peso. No sin contratiempos, ya que tuvo que superar diversas infecciones, intervenciones quirúrgicas y trasfusiones de sangre. A los cinco meses de su complicada llegada al mundo, por fin Pixie fue trasladada a su casa, donde progresa adecuadamente.