Un reciente estudio publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense plantea que una disminución en la reserva ovárica, algo que se mide por la baja presencia de la hormona antimülleriana (AMH), una sustancia que segregan los folículos ováricos, no está necesariamente asociada con la infertilidad.
En el estudio siguieron a 750 mujeres de entre 30 y 44 años desde finales de 2008 hasta marzo de 2016 que llevaban tres meses o menos intentando quedarse embarazadas. Aquellas con índices bajos de AMH tuvieron un 84% de probabilidades de concebir de forma natural tras doce ciclos de intentos. En el caso de las mujeres con valores normales el porcentaje fue del 75%, lo que implica una diferencia poco significativa.
Su conclusión, por tanto, es que se debería ser cauto respecto a asociar la disminución de la reserva ovárica con la infertilidad. Aunque unos valores bajos de AMH son indicativos de una baja reserva ovárica, parece que con un óvulo que se libere al mes es más que suficiente para lograr el embarazo.
No obstante, al estudio se le cuestiona por no incluir mujeres con antecedentes de infertilidad y porque apenas un 12% de las mujeres estudiadas se encontraban entre los 18 y los 44 años. En cualquier caso, plantea un interesante interrogante para seguir investigando.