“La pérdida de un embarazo no es culpa de la mujer. Cuando una mujer aborta espontáneamente empieza a pensar sobre todo lo que ha hecho en los días anteriores a la pérdida. Achaca el aborto a hechos como correr para coger el autobús, salir de cena o cualquier incidente que le haya ocurrido”, cuenta Alfredo García, psicólogo de ProcreaTec.
En la mayoría de los casos, haber sufrido un aborto no afecta a las posibilidades de quedarse embarazada y tener un hijo sano en el futuro. A pesar de ello, en ese momento, domina un sentimiento de falta de control, una fuente de frustración que genera enfado. El psicólogo aconseja que para sobrellevar esta pérdida, aunque la mujer se sienta a ratos deprimida, otras veces enfadada y a veces hasta apática, es bueno ser proactivo. Si cuesta compartir los sentimientos con su compañero o sus amigos puede encontrar consuelo escribiendo un diario. Del mismo modo es recomendable tomarse unos días de descanso y cortar con la rutina para llenarse de nuevas experiencias. Centrarse en alguna afición ayuda a sobrellevar la situación. Si no se logra controlar la tristeza, es importante buscar ayuda profesional de un psicólogo.