La estimulación visual erótica aumenta la calidad del eyaculado y mejora los resultados en un ciclo de reproducción asistida. Esta es la conclusión de un estudio que Institut Marquès ha presentado en la 19ª edición del Congreso de Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA), que se acaba de celebrar en Cádiz.
El doctor Ferran García, presidente de ASESA y director del servicio de Andrología de Institut Marquès ha asistido al congreso. También Bárbara Freijomil, directora del laboratorio de Andrología del centro, que ha explicado cómo afecta la excitación sexual en la calidad del semen. Las muestras de semen obtenidas tras una estimulación visual erótica presentan más del doble de espermatozoides móviles. Así, aumentan las posibilidades de embarazo en ciclos de reproducción asistida. Estas conclusiones se han extraído de una investigación llevada a cabo por Institut Marquès.
En el estudio han participado 264 hombres de entre 34 y 45 años. Tras valorar las muestras, se ha demostrado que una excitación sexual más intensa y prolongada logra una eyaculación completa y con mayor potencial fecundador. Por ello, Institut Marquès ofrece el Erotic Personal System (EPS) en sus salas de obtención de muestras de semen.
Salas cálidas y acogedoras
A los métodos más convencionales, como revistas y películas, se unen otros más novedosos. En Institut Marquès se encuentran masturbadores en forma de vagina de silicona y vídeos de realidad virtual que pueden verse con unas gafas especiales. Además, las salas en las que los pacientes obtienen su muestra de semen mediante la masturbación, son cálidas y acogedoras. En ellas se pueden relajar sin prisas ni interrupciones. Se trata de salas insonorizadas, higienizadas y con un sistema de ventilación especial en las que se accede discretamente.
Este sistema ha tenido una gran acogida entre los pacientes. El 86,6% de quienes lo han probado quedaron satisfechos con la experiencia. La describen como la forma más fácil de lograr la eyaculación y una mejor calidad del orgasmo.
El blastocisto es el embrión de 5 o 6 días.
Después de realizar una fecundación in vitro, comienza el maravilloso camino que el embrión hará hasta implantar en el útero de la futura mamá.
El desarrollo embrionario comprende varias etapas, desde el momento en que el óvulo y el espermatozoide se juntan, hasta que el embrión está listo para la transferencia. Ya te hablamos en este otro artículo sobre el desarrollo embrionario y te detallamos sus etapas, por eso hoy te contamos qué es el blastocisto y por qué desempeña un papel tan importante en el cultivo embrionario.
¿Qué es el blastocisto?
Tras la fecundación, se inician un gran número de procesos. Empiezan los ciclos de división celular y solo aquellos embriones que tienen un adecuado desarrollo embrionario alcanzarán el estadio de blastocisto, lo que se produce alrededor de los 5-6 días.
Se trata de la última etapa del cultivo embrionario, en la que el embrión ya tiene una estructura perfectamente definida y en la que se diferencian aquellas células que pasarán a formar el feto.
¿De qué se compone el blastocisto?
Además de los diferentes tipos de células que forman el blastocisto, que luego serán el origen de órganos, huesos y tejidos, en este estadio, el embrión cuenta con otros tejidos y membranas que rodearán durante el embarazo al feto y serán claves para que este se mantenga lo más cuidado y protegido posible hasta que llegue el parto.
El blastocisto tiene dos partes: trofoectodermo o trofoblasto, que más tarde formará la placenta, y masa celular interna, que será a partir de la que se forme el futuro bebé.
Estadios del embrión
No todos los embriones evolucionan de la misma manera. De hecho, algunos se detienen debido a las calidades y la genética de los gametos. Cuando los embriones tienen un desarrollo adecuado, podemos ir observando las siguientes etapas:
- 1. Cigoto
Durante las primeras horas, el óvulo que sí que ha sido fecundado por un espermatozoide, pasará a convertirse en cigoto. El cigoto es una única célula, que representa la unión de ambos gametos -óvulo y espermatozoide-, en la que aparecen dos pronúcleos que portan el ADN de estos, que dan como resultado la suma de los 23 cromosomas femeninos y los otros 23 masculinos (en total 46 cromosomas). - 2. Embrión
Unas horas después de la fecundación, cuando el cigoto comienza a dividirse, a partir de las dos células ya se considera embrión o preembrión. Parte de esas dos células y va duplicándose hasta llegar al tercer día con un total de ocho células. - 3. Mórula
Al cuarto día, el embrión se denomina “mórula”, una estructura con un mayor número de células que continúa dividiéndose y perfeccionándose. - 4. Blastocisto
Entre el quinto y el sexto día de cultivo, el embrión llega a blastocisto. Ya presenta una estructura bien definida, en la que se diferencian sus diferentes tipos de células. Será, por fin, la antesala del feto.
¿Cuándo pasa el embrión a ser feto?
En la semana 8 de gestación el embrión pasa a convertirse en lo que conocemos como feto. Al principio, este tendrá una forma irregular y la cabeza muy desproporcionada en comparación con el resto del cuerpo, pero mes tras mes se irá formando y desarrollando hasta convertirse en el futuro bebé.
¿Cuál es el momento en que el embrión implanta en el útero?
En reproducción asistida, si el embrión llega a estadio de blastocisto significa que tendrá mayores probabilidades de implantar en el útero de la futura mamá.
De hecho, cuando la fecundación se produce de forma natural, al quinto o sexto día se produce la llegada del embrión al punto idóneo del útero en el que deberá implantar, hasta más o menos el día 14, adhiriéndose al endometrio para continuar con su desarrollo y convertirse en feto.
Congelación de embriones en estadio de blastocisto
Habitualmente, en un ciclo de fecundación in vitro se logran varios embriones, si se opta por la transferencia de un solo embrión (que siempre será lo que nuestros especialistas recomienden a las parejas y mujeres que deseen formar una familia con nuestra ayuda) el resto de embriones que han alcanzo el estadio de blastocisto se pueden congelar, la técnica que se utiliza es la vitrificación técnica muy segura y que permite mantener en perfectas condiciones los embriones criopreservados, y poderse utilizar en posibles ciclos futuros, si se quiere dar un hermano o hermana al primer bebé.
Cada vez es mayor el número de vacas, ovejas, cerdos y aves son criados en granjas industrializadas. Al ingerir la carne de estos animales, las hormonas que les fueron suministradas pasan al flujo sanguíneo humano haciendo estragos en nuestro sistema endocrino.
Otra razón por la que se debe evitar el consumo de cualquier tipo de carne, incluso la orgánica, es que acumulan grasas saturadas. El exceso de grasas por ingesta de grasa animal puede conducir a elevados niveles de estrógeno.
La obesidad puede causar infertilidad en las mujeres. Incluso los animales criados orgánicamente, pueden haber sido alimentados con pastos expuestas a la polución, en particular, pastos con dioxinas, producto de varios procesos de fabricación industrial.
Estos químicos tóxicos no se disuelven en agua, por lo tanto, se encuentran en pequeñas cantidades en plantas, pero al ser solubles en grasas, tienden a acumularse en las grasas de los animales. Las dioxinas están vinculadas con un bajo recuento de espermatozoides en hombres y en la falta de ovulación en las mujeres, así como también con la endometriosis y los abortos.
Montse, de 33 años, entra en la consulta de su ginecóloga. En un momento dado, la doctora le pregunta si ha pensado en tener hijos. «Aún soy muy joven», contesta ella. «¿Joven? Tú puede que sí, pero tus ovarios no», replica la especialista. Más de una gallega podría sentirse representada en este pequeño diálogo. Y es que, cada vez más, los expertos en Ginecología alertan a sus pacientes de la brecha entre la juventud social y la juventud biológica. «La esperanza de vida ha aumentado, pero, de momento, el reloj biológico del ovario se mantiene igual que hace siglos. Aunque la buena calidad de vida hace que el organismo de una mujer de 30 o 40 años funcione adecuadamente, que nos sintamos bien y jóvenes, para el sistema reproductor femenino la edad ideal siguen siendo los 23-25 años, que es cuando la fertilidad alcanza el 35 %. A los 38 ya ha bajado al 8 % y a los 40 años, al 2 %», explica María Graña, profesora de Ginecología y Obstetricia y directora del centro de reproducción asistida Zygos.
Datos de la maternidad en Galicia
Advertencias aparte, lo cierto es que la edad media a la que las gallegas se convierten en madres por primera vez ha aumentado en siete años y medio en las últimas cuatro décadas. Si en 1978 las mujeres de la comunidad se estrenaban en la maternidad a los 24,12 años, en 1998 la edad ya había subido hasta los 28,46. El último dato del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al 2018, revela que las mamás primerizas en Galicia tienen de media 31,67 años.
«Te dicen: ¿En qué follón os metisteis?»
La última Encuesta de Fecundidad del INE (realizada con datos del 2018) revela que solo el 15 % de las gallegas que han sido madres lo fueron a la edad que consideraban ideal. De hecho, un 35 % de las que vieron retrasado su deseo de ser madres declara que le hubiera gustado serlo seis años o más antes. La principal razón alegada para posponer la maternidad más allá de lo planeado son los motivos laborales o de conciliación de la vida familiar y laboral (lo aducen una de cada cuatro), seguida de la ausencia de una relación sentimental estable y de las razones económicas. Esa misma encuesta también señala que un 15,5 % de las gallegas no desean ser madres. Para más de 101.000 mujeres residentes en la comunidad, la cifra ideal de hijos es 0. El porcentaje de quienes no incluyen la maternidad en su proyecto vital sube hasta el 19 % entre las consultadas que aún no han cumplido los 40 años.
«Los hijos te dan mucha felicidad»
«Un fenómeno social tan complejo es, por supuesto, multicausal», apunta Rosa Cobo, socióloga y directora del Centro de Estudios de Género y Feministas de la UDC. Antes que nada, esta experta señala que la mejora del nivel educativo de un territorio siempre va acompañado de una reducción en el número de hijos. Por otro lado, recuerda que el trabajo de cuidados y gratuito (atención a los mayores, crianza de los hijos…) recae mayoritariamente sobre las mujeres y apunta también a la influencia que una mayor conciencia crítica feminista genera sobre la sociedad. «Las mujeres saben que el cuidado de los hijos les va a tocar mayoritariamente a ellas y que eso obstaculiza sus carreras, por eso buscan lograr antes la estabilidad laboral y profesional», explica. Pero, sobre todo, Cobo apunta a las políticas públicas. «En este país las políticas de igualdad y conciliación están muy poco desarrolladas y eso es definitorio», asegura.
«Ser madre no es difícil, lo difícil es serlo y poder trabajar»
Más allá del retraso a la hora de tener el primer hijo, lo cierto es que la estructura de los nacimientos, atendiendo a la edad de las gestantes, ha cambiado. El grueso de los embarazos sigue produciéndose entre los 25 y los 40 años (en las dos últimas décadas esta edad acumula en torno al 80 % de los alumbramientos). Sin embargo, mientras que en 1997 uno de cada cinco partos tenía como protagonista a una mujer de menos de 25 años, los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) referidos al 2017 rebajan esa cifra a solo el 6,33 % de los nacimientos. De hecho, en esa misma fecha, el porcentaje de mujeres que dieron a luz pasados los cuarenta casi dobló al de jóvenes, siendo el 11,48 %. Veinte años antes, apenas representaban el 2 % de los partos.
El 95% de los hombres españoles de menos de 30 años no tienen hijos
El retraso en la edad de tener hijos no solo afecta a las mujeres. Según el Informe España 2018, en su capítulo dedicado al desafío de la baja fecundidad, los españoles han pasado de tener poco más de 30 años cuando nacía su primer hijo en los años 80 a una media de 34,2 años en el 2016. En esa misma fecha, los padres primerizos de 35 años o más eran el 47 %, y los mayores de 40, el 17 %.
El problema compartido de la natalidad: ¿qué hacen otros países?
En el 2018, la Encuesta de Fertilidad del INE optó por primera vez por incluir a hombres entre los entrevistados, apuntando que sus «aspiraciones reproductivas tienen también impacto directo en la fecundidad». Sus datos revelan que casi la mitad de los españoles no tienen hijos, y que por debajo de los 30 años, solo un 5 % ha sido ya padre. Además, casi el 16 % afirma que no quiere reproducirse. El estudio también apunta que, entre los que ya son padres, dos de cada tres habrían preferido serlo antes. Entre los motivos de ese retraso, el 29 % indica que no tenía una relación estable, el 18 % alude a causas laborales o de conciliación y el 17 % a causas económicas. Otro 15 % no se sentía preparado.
La clorofila , el pigmento verde de las plantas, tiene muchos beneficios para la salud como desintoxicante. También ayuda a regularizar el ciclo menstrual y es eficaz para el tratamiento de la endometriosis.
Las mejores fuentes de clorofila líquida provienen de la alfalfa y contiene los mismos beneficios que esa planta.
También protege al organismo de contaminantes, de la radiación y de las toxinas. Fortalece el sistema inmunológico al proveer una nutrición de optima calidad a tus células.
Si se está en situación de estrés, es importante tomar un suplemento nutricional para contrarestar sus efectos sobre las glándulas adrenales. Si estamos bajo presión psicológica, debemos compensar la pérdida de Vitamina C, E, B6, A y todas las vitaminas B. Asímismo bajarán los niveles de zinc, calcio, magnesio, fósforo y potasio.
Ingiriendo vitaminas B, C y E sumando suplementos minerales, reducirás los efectos negativos del estrés sobre la fertilidad.
Es lógico que la relajación y ausencia de estrés aumente las posibilidades de embarazo. Aunque también es lógico que decirte que no estéis estresados es como pediros que no penséis en el color verde.
Intentad practicar técnicas de relajación y meditación como el yoga o cualquier otra disciplina similar. No os hará ningún daño y mejorará vuestra salud reproductiva. Otras terapias alternativas como aromaterapia, flores de Bach, acupuntura y reflexoterapia han demostrado resultados asombrosos.
Otros hábitos o cambios en tu vida cotidiana puede ayudarte a liberarte de estrés en casa y en el trabajo. Plantéate un cambio de responsabilidades en el trabajo o pedir ayuda en las labores del hogar.
Solicita ayuda profesional si crees que tú no puedes. Psicólogos, naturópatas, psiquiatras o terapias de grupo pueden ayudarte a seguir adelante con tu búsqueda del embarazo.