El aumento de la edad de las mujeres para quedarse embarazadas es la causa principal del importante incremento de la infertilidad en nuestro país. La buena noticia es que en muchos casos el motivo (la anovulación o irregularidad de los ciclos menstruales) tiene fácil solución gracias a los medicamentos inductores de la ovulación
La infertilidad
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad afecta a más de 80 millones de personas en todo el mundo, y es la incapacidad que sufre una pareja para conseguir una concepción o que su embarazo llegue a buen término tras un año o más de relaciones sexuales regulares y sin protección.
Al menos el 10-15 por ciento de las mujeres de todo el mundo no puede concebir un niño y padece infertilidad primaria. Se calcula que el 10 por ciento de esas mujeres no puede concebir en su primer año de intento y el 5 por ciento después de dos años.
La edad biológica adecuada para tener hijos es de los 20 a los 30 años, aunque hoy en día en los países desarrollados se tiene de los 30 a los 40. El índice de fertilidad mensual en parejas jóvenes, con coitos regulares, es del 20% por ciclo, mientras que en parejas que rondan los 40 años el porcentaje disminuye hasta el 5%.
El aumento de la edad de las mujeres para quedarse embarazadas es la causa principal del importante incremento de la infertilidad en nuestro país. A ello se unen otros factores como el estrés, la contaminación ambiental y la ingesta de sustancias tóxicas.
Una de las principales causas de la infertilidad femenina son los problemas en la ovulación,bien porque sea irregular, bien por su ausencia. El mejor tratamiento para este problema es tomar medicamentos inductores de la ovulación.
Para comprobar si esta es la causa, una de las primeras pruebas que se lleva a cabo es analizar el nivel de hormona estimuladora del folículo (FSH) al tercer día de iniciarse tu menstruación. La FSH estimula los ovarios, de forma que si el organismo necesita un nivel alto al principio del ciclo, puede significar que los ovarios tienen una reserva menor de lo normal o que la calidad de los ovocitos es baja.
¿Qué es la estimulación ovárica?
La estimulación ovárica es un tratamiento que ayuda a fomentar la fertilidad en mujeres que no producen óvulos en sus ciclos menstruales. Consiste, básicamente, en inducir la ovulación mediante terapia hormonal.
El folículo es el lugar del ovario donde se desarrolla el ovocito, la célula reproductora femenina. A lo largo de la primera fase del ciclo menstrual de la mujer se produce su desarrollo: empieza siendo de tamaño microscópico y crece rellenándose de líquido con nutrientes para el ovocito hasta unos 22 mm. En ese momento se abre un orificio en su pared y sale el ovocito; esto es la ovulación.
Durante el ciclo espontáneo, inician su desarrollo muchos folículos dentro de cada ovario, pero cuando uno de ellos alcanza un tamaño un poco mayor se produce una inhibición del crecimiento de los demás; con este tratamiento se intenta que se desarrollen hasta la madurez completa varios folículos. Es decir, la estimulación produce una mayor ovulación que incrementa las posibilidades de embarazo.
El tratamiento dura entre 11 y 14 días. Durante ellos, la paciente deberá recibir cada día una inyección de hormonas que puede ser subcutánea, intramuscular o incluso un fármaco oral dependiendo de la pauta de medicación elegida para ella.
El tratamiento comienza al tercer día del ciclo. Al cuarto día se comienza un seguimiento del número de folículos y de su tamaño mediante ecografías vaginales. También se realiza un análisis de sangre para determinar los niveles de estradiol (una hormona producida por los folículos en crecimiento) en sangre. Cuando hay un folículo o varios de 20 milímetros se pone una única inyección de la hormona gonadotropina coriónica para provocar la liberación del óvulo (ovulación).
La dosis se establece basándose principalmente en la edad de la paciente, la morfología de los ovarios, la analítica hormonal, la masa corporal, la respuesta a la estimulación en ciclos previos si los ha habido… Cuando hay ciclos anovulatorios, o si se hace antes de una inseminación artificial, se administran dosis bajas. En las fecundaciones in vitro son más altas, para conseguir varios folículos y tener, de este modo, más ovocitos para fecundar.
¿Plantea algún tipo de riesgo?
Hay muchos estudios realizados respecto a posibles enfermedades y riesgos de cáncer por haber recibido estos fármacos, pero no se ha podido demostrar que sean causa de patología posterior.
En cambio, lo que sí está demostrado es que si se produce una respuesta excesiva puede dar lugar a un síndrome de hiperestimulación ovárica. Si los medicamentos estimulan demasiado los ovarios, éstos pueden resultar de repente muy hinchados y el líquido puede escaparse al área del vientre y del pecho.
Este síndrome afecta hasta el 10% de mujeres que pasan por la estimulación. En la mayoría de los casos la afección es leve, pero algunas contraen una forma severa y peligrosa de esta enfermedad.
Los factores de riesgo adicionales para el síndrome de hiperestimulación ovárica abarcan:
- Edad menor a 35 años.
- Nivel de estrógenos muy alto mientras la persona se somete a tratamientos para la fertilidad.
- Poliquistosis ovárica.
La mayoría de las mujeres que padecen la afección tiene síntomas leves tales como distensión abdominal, dolor leve en el abdomen y aumento de peso. Los signos más graves incluyen dolor más fuerte, dificultad para orinar, incremento considerable de peso y dificultad para respirar.
Normalmente no hace falta tratamiento, y las molestias se alivian descansando con las piernas en alto para liberar el líquido sobrante.
En el caso excepcional de que se desarrolle el síndrome de hiperestimulación ovárica severo habrá que acudir a un hospital, donde se suministrarán líquidos a través de una vena, se extraerán los que se hayan acumulado en el cuerpo y se vigilará su estado.
Sin embargo, no hay que alarmarse, ya que la mayoría de los casos leves del síndrome de hiperestimulación ovárica desaparecen espontáneamente después del comienzo de la menstruación.
La estimulación ovárica también puede aumentar el riesgo de embarazo múltiple, aunque no es muy frecuente. Es más probable que eso ocurra si la medicación es dada de forma indiscriminada o no se sigue un control estricto. Los avances han permitido disponer hoy en día de fármacos recombinantes, formulados en microgramos, eficaces, seguros, fáciles de administrar y que permiten individualizar la dosis a las necesidades de cada paciente. El lado malo es este avance ha motivado la automedicación, que es una de las principales causas de la aparición de gestaciones múltiples y del síndrome de hiperestimulación ovárica.