Enfermedades de Transmisión Sexual e infertilidad
Una de los principales motivos de infertilidad son las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y en especial la gonorrea, causada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae, y la clamidia, originada por la bacteria Chlamydia Trachomatis. En el caso de los hombres estas infecciones son las responsables de este problema en un 15% de los casos, ya que pueden interesar a las vías seminales, así como a los testículos y su capacidad para producir suficientes espermatozoides sanos, afectando negativamente al número, la movilidad, la morfología y la integridad del ADN. En lo que respecta a las mujeres, pueden causar una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) y como consecuencia, un daño en las trompas de Falopio que representa el 35% de los casos de infertilidad.
Las ETS se adquieren por la práctica sin protección (preservativos) de relaciones sexuales consideradas de riesgo –múltiples parejas sexuales, mantener relaciones sexuales con personas que se acaban de conocer, coito con personas infectadas, etc.–, por lo que son especialmente frecuentes en jóvenes y personas sin pareja estable.
En la mujer
- Tanto la clamidia como la gonorrea en la mujer son factores de riesgo para el desarrollo de lo que se conoce como enfermedad pélvica inflamatoria que afecta fundamentalmente a las trompas de Falopio causando una inflamación crónica de las mismas y, como consecuencia, la formación de cicatrices y adherencias fibrosas que llegan a obstruirlas impidiendo que el ovocito pueda llegar al útero. De ahí la importancia de detectar y tratar lo antes posible este tipo de infecciones que, éste es el problema, en ocasiones no producen síntomas claros, por lo que la visita regular al ginecólogo es la mejor manera de lograr este objetivo. En cualquier caso, hay síntomas que, como el mal olor vaginal o el dolor pélvico, debe despertar la alarma y acudir al médico ante la posibilidad de tener una ETS.
En el hombre
En los varones la sintomatología de este tipo de enfermedades de transmisión sexual suele ser más evidente:
- Secreción de pus por la uretra.
- Dolor.
- Sensación de ardor con la micción.
Hay que advertir, sin embargo, que en los hombres existen otras enfermedades de origen vírico y que se pueden adquirir por vía sexual que causar infertilidad: citomegalovirus, herpes, papilomavirus, virus de Epstein-Bar, VIH, etc.
Tratamiento y prevención
Las enfermedades de transmisión sexual son fácilmente prevenibles con tan sólo tomar la precaución de usar el preservativo cuando se mantienen relaciones sexuales de riesgo. Pese a ello, su incidencia es considerablemente elevada, por lo que suele ser necesario un tratamiento lo más precoz posible con antibióticos o antivirales- Este último punto es especialmente importante en el caso de la mujer con el fin de evitar que se desarrolle la enfermedad pélvica inflamatoria o resulten dañados el útero o los ovarios, en cuyo caso el único tratamiento posible para eliminar la enfermedad y revertir la situación de infertilidad es quirúrgico.