La reproducción asistida
El origen de todos nosotros es el fruto del feliz encuentro entre un espermatozoide y un óvulo. Pero, a veces, este encuentro no resulta fácil.
La reproducción asistida ayuda a la naturaleza a seguir su curso y, en muchos casos, conseguimos lo que parecía imposible.La técnica más sencilla es la inseminación artificial. En el momento más oportuno introducimos unos espermatozoides dentro del útero. Está indicada cuando los espermatozoides no llegan a su destino o cuando su cantidad o calidad es insuficiente.En ocasiones hay que dar un paso más y recurrir a la fecundación in vitro.
Cuando los óvulos de una mujer están en forma, extraemos unos cuantos y ya en nuestro laboratorio, introducimos con mucho cuidado un espermatozoide.
Comprobamos que todo va bien y depositamos suavemente el embrión en el útero.
Puede ocurrir que los óvulos de una mujer no sigan en forma. En este caso la mujer puede recibir un óvulo de una donante que crecerá en su interior.
A veces es el espermatozoide el que no está en forma por lo que pediremos esa célula a un donante.Gracias a la reproducción asistida seis de cada diez mujeres que no podían ser madres, ven cumplido su sueño.
Clínica Eugin