La vitamina C es como una droga milagrosa para el conteo de espermatozoides, la motilidad, la viabilidad y para la prevención de aglutinación de espermatozoides.
La vitamina C también trabaja como un poderoso antioxidante porque protege al semen del daño causado por los radicales libres.
Investigaciones llevadas a cabo con animales han demostrado que la deficiencia de la vitamina C causa daño severo en los testículos, dando lugar a un esperma defectuoso.
Algunos estudios realizados con seres humanos y conducidos por William A. Harris de la universidad de Texas señalaron que cuando a los hombres analizados les fue suministrado 1.000 mg. de vitamina C por día durante sesenta días, su conteo de espermatozoides se elevó casi un 60%, los espermatozoides resultaron un 30% más activos y el porcentaje de anormalidad y de aglutinación mermaron. En realidad, todos los hombres del estudio habían logrado dejar embarazadas a sus compañeras para cuando este finalizó, el cual tuvo una duración de dos meses, mientras que los hombres del grupo de control, al cual no se le suministró vitamina C, no pudieron hacerlo. En un estudio posterior, el doctor Harris y sus colegas, el doctor Earl Dawson y Leslie C. Powell, experimentaron con el dosaje y encontraron que una dosis más alta que 1.000 mg. funcionaba más rápido, pero una más baja, de 200 mg., era igualmente efectiva, aunque después de período más prolongado. Los hombres fumadores o que están, o estuvieron, expuestos a químicos tóxicos y contaminantes deberían consumir al menos un suplemento de 1.000 mg, de vitamina C todos los días.
Una naranja que contenga 70 mg. de vitamina C, podría ser suficiente para evitar que el esperma tenga daño genético.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que si bien la vitamina C es el mejor tónico para los hombres que desean formar o ampliar su familia, las mujeres que buscan un bebé deben evitar la ingesta de vitamina C en suplementos. Se considera que dosis altas de vitamina C en píldoras, al igual que los antihistamínicos, puede secar el precioso fluido cervical necesario para la concepción.
Las mujeres deben pues recurrir a una dieta rica en frutas y verduras frescas para beneficiarse con todas las fantásticas propiedades antioxidantes y antienvejecimiento de la vitamina C contenidas en fuentes naturales, sin el riesgo de secar el fluido cervical. La vitamina C se encuentra en altas concentraciones particularmente en los arándanos, las fresas y las zarzamoras.
Es importante que estas frutas sean orgánicas, ya que su cultivo puede estar expuesto a altos niveles de pesticidas. Una buena fuente de esta vitamina está en alimentos de la fertilidad como: alfalfa, espárrago, aguacate, hojas de remolacha, cantalupo, dientes de león, algas dulces, col rizada, kiwi, cebollas, naranjas, papayas y pimientos rojos.
La vitamina C no puede ser acumulada en el cuerpo, por lo tanto, es necesario proveerlo de las cantidades diarias adecuadas.